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Vamos a desglosar todo el título en sus diversos apartados.
GRÁFICOS
No hay duda de que estamos ante uno de los juegos mejores acabados visualmente de esta generación y ante el mejor título de Game Cube gráficamente hablando. Si ya los anteriores Resident Evil remake y Resident Evil Zero eran una auténtica delicia gráfica, este Resident Evil 4 los aplasta sin piedad.
En un primer momento notarás como unas bandas negras ocupan parte de la pantalla. Igual recelas cuando empieces a jugar, pero a los dos segundos os garantizamos que las olvidaréis. La gente de Capcom las añadió para dar un toque cinematográfico al título.
Para empezar lo primero que choca a la vista en el apartado gráfico son los escenarios. Shinji Mikami y su equipo han dado por finalizado el reinado de los fondos prerrenderizados característicos de la saga, se acabaron. En lugar de eso se han diseñado todos los escenarios en tres dimensiones. La belleza y el cuidado que emanan todos los escenarios brillan con luz propia. Cada detalle, cada minuciosidad, cada pequeño remate, todo está diseñado con un trabajo artístico sin igual. Muy pocos desarrolladores consiguen crear el tinte que han logrado los señores/as de Capcom, impresionante. Encontramos además una variedad de escenarios fantástica, sin repeticiones y con un montón de detalles (añadir que a diferencia de otros RE en este no tenemos que visitar una y mil veces el mismo escenario). El pueblo está dibujado con tanta delicadeza que no hay nada que desentone. En todo momento dará la sensación de estar atrapado en un lugar lúgubre pero a la vez hermoso para la vista. Y es que la utilización de los colores es otro de los puntos fuertes del juego. El tono oscuro y opaco constituye una ayuda para provocar al videojugador una sensación de angustia continua. Absolutamente todos los exteriores son engalanados por preciosas formas naturales como los árboles, representados al dedillo y con una calidad pocas veces vista. Las zonas interiores están pulidas al máximo. Llama la atención la cantidad de detalles que se pueden observar dentro de un edificio. Encontramos descuidadas casas rurales (en su mayoría), una imponente iglesia, un castillo, y casas de lujo exquisitamente detalladas (las camas, los armarios, los cajones, las cocinas).
La representación del agua y sus partículas también son espectaculares. Es una maravilla navegar con una barca por el lago del pueblo (aunque eso si, cuidado con el monstruo marino... ). Las vistas son sensacionales desde todos puntos de vista. Además, los escenarios no son meras herramientas visuales, también funcionan como elementos para interactuar. En cualquier momento podremos saltar por una ventana hasta el suelo, saltar vallas, tirar y enderezar escaleras, abrir cajas para conseguir ítems o munición, atrancar puertas para que los pueblerinos no lo tengan tan fácil para matarnos, abrir puertas... en fin, una gran cantidad de funciones que enriquece un poco más esta obra de arte visual.
El diseño de los personajes es igualmente apabullante. Leon S. Kennedy luce como pocos personajes han lucido en las consolas. Los 10.000 polígonos con los que está diseñado hacen destacar al personaje como una forma sólida y bien modelada. Las facciones, la ropa y los movimientos faciales están representados con todo lujo de detalles. Personajes como Louis o Ashley no se quedan atrás y ofrecen la misma sensación de solidez. Incluso los cabellos de los personajes destacan intensamente.
Los enemigos disfrutan también de un trabajo extremadamente laborioso. Aunque no llegan al mismo nivel que los principales alcanzan cotas realmente altas. Los pueblerinos tienen varias caras y cuerpos diferentes (se distinguen entre varones y mujeres, claro está), pero de vez en cuando da la sensación de repetición... aun así es normal que se repitan. Los enemigos finales ya son otra cosa aparte. También hay que aplaudir el trabajo con estos últimos. Jugando a Resident Evil es posible que recuerdes alguna que otra película... Production Studio 4 ha tomado prestado algunas cosas de películas de terror, pero también hay elementos de películas épico- fantásticas tales como El Señor de los Anillos de Peter Jackson. Uno de los enemigos, un enorme troll, es muy parecido al Troll que ataca a la compañía en las Minas de Moria.
Las animaciones de los personajes son un ejemplo de calidad. Leon se mueve con total naturalidad, sin movimientos ortopédicos ni raros. La recarga de las armas es una de las animaciones más cuidadas, muy realistas en todo su conjunto. Los efectos climáticos por su parte son apoteósicos, una viva representación de la realidad. La lluvia, el sol crepitando, la niebla, el día y la noche...
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