Resident Evil 4

Aun así Shinji Mikami no había dicho su última palabra, no aun,  y antes de que alguien pudiera reaccionar, el as creador de Resident Evil anunció que había tirado casi todo el trabajo elaborado por la borda: "Quiero algo más revolucionario"-había dicho por aquél entonces el desarrollador. La sorpresa fue más intensa aun cuando se descubrió que efectivamente era verdad, Resident Evil 4 no iba a tener nada que ver con zombies, Umbrella Corporation o mansiones. Mikami tiró a la basura casi todo el trabajo hecho para realizar un juego completamente nuevo, algo que al final diera un aire fresco a la saga. Ahora que tenemos el producto en nuestras manos hemos podido comprobar la magnitud de la decisión de Mikami. A pesar de que la esencia continúa ahí, Resident Evil 4 es algo completamente nuevo.

Muchos quedaron recelosos al descubrir que el elemento principal que caracteriza a Resident Evil había desaparecido; adiós a los zombies. Sin embargo los sustituyen unos extraños pueblerinos sedientos de sangre que no dudarán en hacer todo lo posible para desligar la cabeza de Leon de sus hombros. Los habitantes te atacan con cuchillos, con la boca, con motosierras... en fin, toda una carnicería. La atmósfera se ha vuelto más apabullante que nunca, la sensación de frustración ha sido llevada a cabo magistralmente... pura adrenalina. Resident Evil 4 es un título que bebe directamente de los shooter, pero combinándolo con el terror se consigue la mezcla más explosiva. Los habitantes no son los necios zombies de velocidad parsimoniosa, ahora hacen todo lo posible para matarte con tanta rapidez que enseguida te encontrarás con cuatro besándote los talones. De esto hablaremos más adelante en el correspondiente apartado de jugabilidad.

Todo lo bueno tiene su punto negro: El argumento

Umbrella Corporation, la compañía que fabricó armas biológicas durante su funcionamiento y desató los desastres de Raccon City ya es historia. Tras destruir la ciudad invadida por malvados zombies, el gobierno de EE.UU. ha desmantelado sus actividades empresariales y ha clausurado todas las sedes de la empresa. Uno de los supervivientes, Leon S. Kennedy, antiguo miembro del cuerpo de policía S.T.A.R.S trabaja ahora como agente especial del gobierno de EE.UU. Debido a una misión especial se ve obligado a viajar a un pueblo rural de España. Al parecer un grupo de terroristas ha secuestrado a Ashley Graham, la joven hija del presidente. Acompañado por dos miembros de la guardia civil (española, si), Leon se dispone a rescatar a la pobre criatura. Por supuesto Leon no tarda en separarse de los guardias. Uno de estos se detiene para orinar (van en coche) y pronto ocurren los primeras cosas extrañas. A partir de ahí empezamos a controlar ya a Leon... entramos en una casa para preguntar a un pueblerino por Ashley... y... ¡Sorpresa! El resto lo tendréis que ver vosotros mismos.

Como reza el título, todo lo bueno tiene algo malo. Resident Evil 4 tampoco se libra de esto. Los guiones del resto de la saga nunca han sido excesivamente complejos, pero la historia de Resident Evil 4 es aun más pobre en matices. El argumento se nos revela a partir de escenas generadas por el propio motor del juego y a través de los documentos que vamos encontrando por las diferentes zonas que visitamos (nos dan bastantes pistas sobre lo que tenemos que hacer y a donde debemos ir). En general no hay conversaciones muy largas,  son más bien escuetas y sin complejidad

Sin duda el argumento es el punto negro del juego, quizá los más puristas sientan una ligera punzada, pero aun así este punto negro se camufla dentro de un producto cuyos demás apartados cumplen con una brillantez aplastante.