Sin duda alguna, lo que más llama la atención una vez tomamos el control del personaje en el aspecto de desarrollo es que podemos patrullar la ciudad sin ningún tipo de restricción por zonas. La linealidad de la primera entrega ha sido sustituida por una libertad de movimiento que ofrece sin duda algo completamente novedoso para el personaje, pues no es necesario afrontar la aventura de forma lineal aunque esto sea requerido para avanzar en la historia. Aquí es donde ganan una gran importancia las misiones secundarias, pues mientras patrullamos la ciudad podemos encontrarnos con algunos viejos conocidos como Bane, que nos pedirá un gran favor que prácticamente no se finiquitará hasta el final de la aventura o, por ejemplo, contestar un teléfono al azar para cumplir las misiones del psicópata de Victor Zsasz. Sólo algún pequeño problema con la cámara afecta a la jugabilidad en determinados momentos.
En cuanto a la historia, nos presenta misiones que deberemos cumplir tanto en exteriores como en interiores, aunque en este caso en su mayoría serán interiores en los que deberemos infiltrarnos para conseguir capturar al villano que intente acabar antes con nosotros. También cabe decir que el juego plantea en este tipo de misiones mucha mayor variedad, además de presentar un nuevo y mayor número de enemigos principales. Si bien es cierto que aunque algunos gozan de una gran importancia en la historia, otros están completamente desaprovechados y otros a los que simplemente se les nombra durante el juego o realizan algún cameo. Además, al igual que en la anterior entrega, si necesitamos ayuda contaremos con un mapa en el que se marcan los objetivos principales y secundarios, contando también con la ayuda de Oráculo y Alfred en nuestra misión, pues nos guiarán y darán consejos útiles.
Tengo un acertijo para ti
Mención aparte en el desarrollo merece el personaje de Enigma, que nos enfrenta a una total cantidad de desafíos, recolección de trofeos y resolución de acertijos aún mayor que la vista en la primera entrega. En esta ocasión deberemos resolver hasta un total de más de 400 enigmas, que incluyen los tres elementos mencionados anteriormente. Además, en mitad del proceso nuestro maquiavélico “amigo” nos obligará a realizar misiones en las que deberemos salvar a rehenes secuestrados, proponiéndonos el resolver acertijos en mitad de las salas, pudiendo morir tanto nosotros como el rehén. Deberemos salvar a un total de 5 rehenes en la aventura, un número que nos ha parecido bastante corto teniendo en cuenta la cantidad de coleccionables y enigmas a resolver y conseguir respectivamente. Sin duda, uno de los mayores incentivos a los que nos enfrentemos tras acabar el modo historia.
Combina tus golpes y usa tus gadgets
Por supuesto, uno de los mejores momentos del videojuego es la sensación que deja manejar a Batman. Es un súper hombre, casi perfecto, que domina a la perfección cualquier tipo de situación, ya sea que tenga que infiltrarse y acabar con los enemigos sin ser detectado o acabar con varios enemigos en combate directo con una clara inferioridad numérica, que puede llegar en determinados momentos a treinta contra uno. Aún así, nosotros seremos los que debamos decidir cómo afrontar mejor una situación, sobre todo teniendo en cuenta si los enemigos a los que nos enfrentamos cuentan en su poder con armas de fuego. Si decidimos pasar a la acción directa y decidimos que nuestros golpes impartan justicia, el juego nos ofrecerá de nuevo el adictivo sistema de combos de la primera entrega, que nos ofrecerá bonificaciones mientras más golpes consecutivos y eliminaciones consigamos.
Por el lado contrario, si la situación no es la mejor para pasar a la acción directa, lo mejor será nuestra visión especial para detectar a los enemigos de la sala y proceder a eliminarlos uno a uno sin ser detectado. Aunque en un principio pueda parecer fácil, las cosas se irán complicando, pues el propio juego nos obligará a cambiar de táctica, teniendo en cuenta que ahora los enemigos incluso nos pueden romper la estrategia destrozando las gárgolas del techo por las que nos desplacemos. Incluso, muchos de ellos cuentan ahora con gafas de visión térmica, complicándonos aún más las cosas. También llegará un momento que la obsesión de los enemigos principales será tal, que hasta obligarán a sus secuaces a poner minas en la zona, algo que deberemos vigilar para no morir por una explosión o llamar la atención de hasta nueve matones armados con escopetas y metralletas que nos destrozarían en cuestión de segundos.
