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DESTRIPANDO EL JUEGO
Pocas son las novedades, con respecto a títulos anteriores de la saga, que veremos en esta ocasión, es mas el juego en si es uno de los mas lineales de los desarrollados últimamente donde el lugar a la exploración ha quedado un tanto mermado, en muchas ocasiones deberemos de seguir a nuestro compañero como si fuéramos el perrito faldero de turno. Pero vaya esas novedades sobre todo en cuanto a algunas de las localizaciones en batalla o en lo que respecta a su jugabilidad, como pudieran ser esos niveles tan de efecto túnel, quedan totalmente en un segundo plano, gracias a su soberbia narrativa y a la tremenda acción que suele acompañar a este tipo de entregas.
El juego de localizaciones, donde pasaremos de luchar en las heladas estepas rusas, a la abochornante jungla vietnamita entre otros lugares que se irán alternando, logran insuflar un grado más de dinamismo y diversidad al videojuego, que evita ese caer en la monotonía tan recurrente en alguno de estos títulos. La variedad de misiones a realizar en las que, además de dispararle a todo lo que se mueva, el sigilo o la táctica bélica también juegan un papel importante. Además de lo intrigante de su argumento, las diversas localizaciones y las distintas misiones, los personajes que conforman su historia están especialmente cuidados, sus diálogos su personalidad, su origen, todo está más que trabajado para dar esa sensación mimética con el jugador que tanto nos consigue atrapar, ya desde el primer minuto de juego cada uno de nosotros no querrá más que saber que sucederá con nuestro amigo Mason, además de contestar el “porque leches está siendo interrogado y que significaran esos números que parecen sacados de la serie perdidos”.
La campaña como ya viene siendo natural en este tipo de juegos es de una duración, por así decirlo, media de unas 6-8 horas de juego, como siempre todo dependiendo de nuestra pericia a los mandos y del nivel de dificultad elegido, donde el nivel más difícil es un autentico reto para el jugador más avezado, encontrando en este sin duda una de las vivencias más espectaculares, duras y frenéticas de las vistas hasta la fecha. Contribuyendo a este nivel de dureza esta la perfectamente balanceada IA enemiga, sin ser maestros de la guerra pero tampoco unos inútiles con armas, los soldados rivales y sobre todo dependiendo del mencionado nivel de dificultad, nos pondrán las cosas por momentos muy feas, y más aun en ciertas misiones como por ejemplo una en Vietnam, en donde deberemos ir trasladándonos de trinchera en trinchera aniquilando decenas de Vietcongs en una cruenta y complicada batalla, donde no solo la habilidad enemiga sino la cantidad de los mismos es todo un reto para el experimentado jugador.
El juego sin ninguna duda ha sido creado para impresionar, dotado de una fuerza visual espectacular, con imágenes y sucesos por momentos inconmensurables, su crudeza y el realismo en las batallas son su principal aliciente, mostrándose como nunca los tiroteos y las masacres humanas con una realidad y un nivel de violencia por momentos sádico. Dispondremos de armas capaces no solo de desmembrar a un soldado enemigo, también de hacerle arder como un fosforo como consecuencia del disparo, visualmente es espectacular y los mas cafres gozaran en el intento, pero este tipo de juegos están alcanzando por momento cotas exageradamente altas de salvajismo, algo que muchos no podrán soportar y que otros es lo único que esperan ver.
Las armas como siempre muy variadas y las ya vistas anteriormente en este tipo de títulos, podremos portar dos tipos de armas diferentes indistintamente pudiendo alternarlas al gusto, además de dos armas del mismo tipo a la vez, que quiere decir esto, pues que en esta ocasión podremos disparar valiéndonos de ambos gatillos dos pistolas a la vez o bien dos ametralladoras automáticas entre otras armas, algo que para clásicos como puedo ser yo mismo se antoja algo enrevesado quizás por falta de costumbre, llamadme clásico. Como decimos el nivel cinematográfico es tan alto y el juego en si esta tan claramente orientado a impresionar, que una de las imágenes más espectaculares con estas armas pasara por dispararle a un cohete espacial en plena vuelo con un lanzamisiles para acto seguido verlo explotar, “im-pre-sio-nan-te”.
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