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De primeras ya no manejaremos a un solo personaje principal, en esta ocasión y a lo largo de seis episodios (divididos a su vez en capítulos y misiones) a cual más diferente, encarnaremos a varios soldados que se encuentran destacados en diferentes enclaves para que cumplan su misión; algo tremendamente complicado ya que esta vez no se enfrentaran a un medio ya de sobra conocido como es la nieve, esta vez estarán rodeados de ambientes tan dispares como por ejemplo una selva tropical, o incluso el árido desierto, innumerables peligros y dificultades de todos los colores nos acechan poniendo en peligro nuestras vidas. No solo los ya conocidos Akrid, pondrán las cosas difíciles, los Piratas de las Nieves o el propio NEVEC, harán su aparición para complicar las cosas si cabe aun mas.
En un comienzo pensaremos que seguimos en el Lost Planet original, caminando por las estepas nevadas volveremos a enfrentarnos, sirviéndonos como tutorial previo y recordatorio a los controles del juego, a los Akrid de toda la vida. Pero poco durara la diversión en la nieve, y aquí es donde radica el cambio principal, automáticamente seremos transportados a una selva tropical, siendo este el primero de los numerosos ambientes diferentes que conoceremos a lo largo de la aventura. Dato curioso es de señalar que más de un soldado mostrará su disgusto, llegando incluso a quejarse del mal olor (el olor de la vegetación), al vislumbrar y sobrevolar los mencionados bosques selváticos -ya veis la falta de costumbre-.
INTERACTUANDO CON EL MEDIO
En esta ocasión no seremos nosotros solos contra el mundo, esta vez actuaremos en compañía de otros tres compañeros de equipo, siendo el grupo un total de cuatro hombres, tres controlados por la IA y un cuarto con el que nosotros mismos operaremos. Cabe mencionar que el manejo tan cambiante de personaje de misión a misión impedirá que tomemos un mayor contacto con los protagonistas, incluso las cinemáticas en las que aparecen involucrados poco o nada resuelven del argumento principal, únicamente se limitan a reflejar ciertas escenas cargadas de acción, resultando los soldados a emplear meras comparsas en una historia donde el hilo conductor precisamente no es lo primordial. Solo al final en el último capitulo entenderemos el quid de la cuestión, explicándose en uno solo todos los episodios previos que parecían en un principio inconexos.
Un juego claramente orientado al multijugador, ya sea en modo cooperativo a pantalla dividida u online, donde el jugador que desee enfrentarse a sus infinitos retos sin compañía, lo pasara realmente mal; su elevada dificultad sumada a la poco o nula inteligencia de los tres acompañantes de los que disponemos harán de un reto casi insuperable en solitario. Todo lo tendremos que hacer nosotros, el resto del escuadrón únicamente se limitara a disparar y si les apetece de vez en cuando activar algún que otro terminal de comunicación, en más de una misión nos volveremos literalmente locos con toda la cantidad de tareas que tendremos que realizar, ya me lo diréis cuando os enfrentéis a un Akrid tamaño “G” subidos en un tren en pleno desierto, será una situación realmente exasperante.
Un aporte claro a este cambio de rumbo hacia el multijugador lo veremos según encendamos la consola y nos hallemos ante el menú de inicio. Poco mas y no me entero que se puede jugar en modo individual, auténticos malabares he tenido que realizar para encontrar la opción adecuada. Así que ya ubicados y justo en el momento en el que seleccionemos crear campaña en modo desconexión, desaparecerán la mitad de las opciones jugables disponibles dando la sensación real de que es un juego multijugador con opción a parte para ser disputado en soledad, visto lo visto más de uno va tener que llamar a “Tele-Amigo”.
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