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Para utilizar el arma bastará con apuntar y pulsar el botón B. De esta forma tan sencilla podremos intercalar mandobles y disparos, cambiando de uno a otro sin que la jugabilidad se resienta ni un ápice. Se ha conseguido un resultado excelente en ese sentido, puesto que es todo realmente fácil e intuitivo. Además nos ha maravillado la sensación de poder que transmite el mando de Wii en este juego. Se ha conseguido transmitir la fuerza de los movimientos al jugador, notando en todo momento la potencia de los disparos y los tajos de nuestra espada atravesando la armadura y el cuerpo de nuestros enemigos.
Sin duda, en ello ha colaborado el hecho de que el Wii Motion Plus reconoce la fuerza de los golpes y el juego exige que se hagan con potencia. Atrás ha quedado lo de realizar pequeñas sacudidas de muñeca. Y ésa será la gran baza de Red Steel 2. Las luchas con la espada y la pistola enganchan desde el primer momento y serán aún más entretenidas cuando hayamos mejorado las armas y la katana consiguiendo golpes más demoledores e, incluso, balas explosivas.
No obstante, el apartado jugable tiene ciertas carencias que le impiden ser el gran juego que podría haber sido. En primer lugar la jugabilidad se resiente al tener siempre el camino de las misiones marcado en el mapa. Misiones que siempre repetirán un mismo patrón independientemente de donde nos encontremos: matar enemigos, encender torres de radio o abrir puertas.
En ocasiones nos veremos sumergidos en trozos lineales alejados del mapa libre de la ciudad, pero el juego sigue siendo una matanza continua de enemigos sin ningún puzzle o prueba que nos saque de la tónica general del juego. También habrá misiones secundarias opcionales en cada fase, pero desgraciadamente también se repiten demasiado: eliminar carteles, encontrar sótanos o figuras repartidas por el mapa. De esta forma se contraponen en una balanza lo divertido y excitante de las peleas (sin duda el fuerte del juego) con una historia demasiado ligera y un planeamiento demasiado simple.
Venganza
El juego se divide en una serie de capítulos de duración variable, al igual que las misiones. A pesar de todo, Red Steel 2 se aleja de las cuasi tradicionales seis horas de duración de los juegos de los últimos años y nos ofrece un eje central que ronda las 10 horas de juego. A éstas hay que sumarles los periodos de investigación del juego para encontrar las estrellas ocultas y los diferentes Token repartidos por el juego además de algunas misiones opcionales y la posibilidad de rebuscar cada rincón del escenario en busca de alguna moneda extra.
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