Un nuevo título de la saga que no ha sabido aprovecharse.
Algunos títulos de videojuegos forman parte de largas sagas que, generación tras generación, han ido aportando al espectador visiones muy distintas al resto de videojuegos del mercado. Dynasty Warriors es una de esas sagas que poco a poco se han ido convirtiendo en interminables. En concreto este Strikeforce para PS3, aunque en unos aspectos sea espectacular, deja mucho que desear en otros aspectos bastante importantes, y es una pena que KOEI no nos haya deleitado con este título de su saga favorita como lo ha hecho en otras ocasiones. Esta vez llega reversionado para PS3 un título que tuvo éxito en PSP.
ARGUMENTO
El argumento de Strikeforce está más elaborado que el de entregas anteriores, aunque no llega a tener una trama realmente compleja, mezclando situaciones de fantasía con hechos verídicos de la historia de China. La intro del juego es espectacular gráficamente [nada que ver con el ingame], sobre todo en la primera parte [antes de que la música estropee el resto] donde veremos a dos personajes superpoderosos, que entendemos representan a dos reinos distintos, luchando a muerte cada uno defendiendo a su pueblo. El juego consiste en defender la dinastía que hayamos elegido a la hora de jugar. Dicho así suena demasiado simple, y aunque lo es realmente, a medida que avancemos se irá añadiendo complejidad a la historia.
GRÁFICOS
Por un lado, imaginación no les falta a sus desarrolladores. No sólo han creado un mundo lleno de escenarios, dentro de la fantasía bastante creíbles, sino que además están muy detallados... desde lejos. Una vez que nos acercamos nos damos cuenta de todas las mentiras, quizás culpables de la influencia gráfica de PSP pero que para lo que han mejorado todos los aspectos, éste se queda un poco atrás: texturas planísimas al más puro estilo de las cajas de MetalGear (exajero, obviamente) que se deforman si la cámara se acerca, como por ejemplo el suelo, que llega a deformarse la textura mostrándonos sombras falsas y relieves que de lejos funcionan bien, pero que de cerca resultan decepcionantes. Aunque no tenga demasiada importancia, esas plantas y ramas planas totalmente rectas y pixeladas que salen del suelo, a estas alturas... en ICO o en MetalGear3, juegos de PS2, estaban mucho más conseguidas, y ni qué decir del popping que nos envuelve constantemente o atravesar objetos por arte de magia.
Distinguimos dos tipos de escenarios. Los escenarios donde se desarrolla la acción, y los escenarios de relax donde preparamos a nuestro personaje y se desarrolla parte del argumento. Los escenarios donde se desarrolla la acción son mediocres. Muy poco detallados y monótonos, con elementos que se repiten hasta la saciedad, aunque se entiende que en estos escenarios lo que prima es la acción y la jugabilidad, que la comentaremos más adelante. Sobre los escenarios de preparación del personaje están bastante mejor, mucho más detallados y con bastante buen gusto, siempre transmitiéndonos un aire oriental de la cultura china.
En general, la verdad es que estamos acostumbrados a una ambientación más cuidada, sobre todo cuando hablamos de juegos en alta definición, con escenarios infinitamente grandes y con un gran potencial. No es necesario añadir al escenario elementos que quedan mal, que enturbian el gran trabajo de modelado de los personajes y del resto de elementos del juego.
