El famoso juego de tablero ha llegado a nuestros PCs transformado en juego de estrategia en tiempo real. ¿Está a la altura del mito?.

Muchos conoceréis la serie de juegos de rol de Games Workshop, Warhammer, tanto en su edición ambientada en un mundo fantástico al estilo Señor del los Anillos como en la futurista, subtitulada 40.000, en la que está ambientado este juego.
Antes de explayarnos aclaramos para los fans de Warhammer: Ha habido MUCHOS juegos ambientados en el mundo creado por Games Workshop, pero este es, sin duda, el mejor.

Antes de probar Dawn of War ya esperábamos mucho de él. No podía decepcionar un juego desarrollado para THQ por Relic Entertainment, creadores de la fantástica serie Homeworld... y no lo ha hecho. He de decir que hacía mucho tiempo que un juego de este tipo no me enganchaba hasta querer terminarlo como ha hecho Dawn of War. El modo compaña es brillante, con una historia que evoluciona antes y después de cada misión, donde conocemos y vemos evolucionar a un elenco de personajes con un carisma y personalidad dignos del mejor guión de Hollywood a través de fantásticas escenas cinemáticas creadas con el mismo motor del juego. Estos personajes son conocidos por los fans del juego de tablero, y Relic ha respetado y hecho creíble su juego dentro del universo 40.000. Todo en el juego intenta trasladar al ordenador la experiencia jugable ya conocida, pero sin turnos y en tiempo real.

El mecanismo del juego se centra en el control de escuadrillas. Cuando creamos una escuadrilla podemos añadirle nuevos elementos y mejorarla con mandos (Sargentos) o asignarle uno de los personajes principales (inquisidores, capitanes…), cuya disponibilidad y número varia para cada misión. A medida que construimos diferentes edificios de investigación podremos también dar nuevas capacidades a cada escuadra, como rifles del plasma o lanzallamas.
Para complementar los distintos tipos de escuadras también disponemos de vehículos de ataque o transporte, desde mech de combate a lanzamisiles móviles, todos de lo más mortíferos y resistentes.

La campaña para un solo jugador se desarrolla con los Marines Espaciales, que comienzan intentando librar un planeta de los sanguinarios Orcos y según avanzan las misiones se dan cuenta que en dicho planeta ocurre algo más, ya que se acaban enfrentando a las fuerzas del Caos (una especie de marines renegados) y a los alienígenas Eldar. No damos más detalles para no estropear la muy trabajada historia.
Las batallas en el modo campaña son intensas y variadas, aunque algunas pecan de ser excesivamente largas o puntillosas (una vez que creemos que hemos acabado con todo y con todos tenemos que volver atrás buscando enemigos o edificios que no hemos visto por la niebla de guerra). También hubiera estado bien el que cada raza tuviera su propia campaña, y no solo los Marines, pero no se puede tener todo.

El modo multijugador es bastante espectacular. Podemos elegir cualquiera de las cuatro razas, siendo los Marines y los Chaos bastante similares, los Orcos una marea constante de fuerzas de tierra y los Eldar una pesadilla capaz de tele trasportar sus tropas para acometer mortíferos ataques sorpresa. Las razas están bastante bien balanceadas, y podemos enfrentarnos en batallas con hasta ocho participantes.
Los edificios y tropas en Dawn of War no destacan por nada en especial con respecto a otros RTS, pero el modo de conseguir recursos es bastante diferente, y orientado a evitar la estabilidad e inmovilidad, problema de otros muchos juegos de estrategia. Para ampliar el ratio de recursos obtenidos tendremos que conquistar y mantener puntos estratégicos, ampliándolos a nuestra elección, lo que hace de ellos la clave de las partidas multijugador. En Dawn of War los peones solo se usan para construir edificios o repararlos, no para recolectar, lo que nos hace centrarnos más en la planificación estratégica de la guerra y menos en la obtención de recursos (a parte de obtener y defender los puntos estratégicos).

Los gráficos están a la altura, con unos escenarios realizados con esmero y detalle, en los que afecta además las diferencias en altura o de tipo de terreno, pudiéndonos parapetar o quedar a mecer de nuestros enemigos en angostos cañones o en profundos ríos. Las unidades y vehículos no están especialmente detallados, aunque son fieles al mundo Warhammer 40.000 , principal objetivo de Relic.

Los efectos sonoros están muy logrados, con todo tipo de explosiones y voces de las unidades. La banda sonora es bastante espectacular, compuesta por Jeremy Soule, famoso por anteriores obras para juegos como Morrowind o los Harry Potters.

En resumen, un estupendo juego de estrategia en tiempo real, fiel al universo Warhammer, y con novedades jugables muy interesantes como los puntos estratégicos. Totalmente recomendable para aficionados al género o principiantes que quieran empezar fuerte. Que nadie se pierda el juego online.

Puntuaciones

Gráficos: 8.2

Sonido: 8.8

Jugabilidad: 9.3

Duración: 8.1

Multijugador: 9.1

Historia: 9.3

TOTAL: 8.9