Richard Burns Rally

PS2
8.1
Richard Burns Rally 10 TodoJuegos
Publicado el 24-07-2004 a las 18:17
Autor: Eduardo "Tuardín" García

¡Más Madera! O quizás, en este caso deberíamos decir ¡Más gasolina!.

El aluvión de juegos de carreras de coches para nuestras consolas en los últimos tiempos es espectacular, baste como dato que en menos de un mes en esta redacción llevamos tres reviews solamente para la sección de PS2. Y si el juego llega patrocinado por alguien de renombre en el sector del motor, éxito casi seguro. Los apadrinamientos de juegos por parte de figuras del deporte o del espectáculo suelen ser más sugerentes para los consumidores, y los desarrolladores de videojuegos no dudan en pagar los royalties de derechos de imagen a sabiendas del casi siempre jugoso retorno de inversión. Claro que una cara famosa y su correspondiente rúbrica no es motivo suficiente para el éxito final de un juego. Para ello, el producto final ha de venir acompañado de una alta calidad técnica que satisfaga a los jugadores más exigentes y no degrade la imagen de la estrella patrocinadora. Esto lo saben muy bien las compañías desarrolladoras, que invierten grandes esfuerzos en cada nuevo juego patrocinado que les asegure las ventas del primer título y abra el camino para el éxito de las subsiguientes entregas cada vez más pulidas y mejoradas. Así ha sucedido con la famosa saga de Codemasters Colin McRae, y a buen seguro que sucederá con la nueva incorporación de Richard Burns Rally, de SCI, este verano a la pugna del liderazgo absoluto en lo que a juegos relativos al campeonato mundial de rallys se refiere.

A estas alturas empieza a resultar realmente complicado escribir acerca de uno de estos juegos sin repetirse una y otra vez. Y es que una vez conseguido el altísimo grado de sofisticación al que dichos juegos han llegado a través de los años, éstos son tan completos en todas sus facetas, que cada vez que introducimos el DVD en nuestra consola uno ya empieza a dudar de si se encuentra ante un videojuego o un curso a distancia de una ficticia universidad de pilotaje. La competencia es tal que se empieza a profundizar hasta en los detalles más insignificantes para regocijo y asombro de todos los aficionados a los juegos de rallys. Así pues una nueva innovación en una de las entregas se convierte en estándar obligado en las posteriores, y la carrera a la caza del último detalle aún sin implementar es absolutamente frenética. Y esto es lo que nos ofrece Richard Burns Rally, un juego con una calidad excelente en prácticamente todos los aspectos técnicos y un paso más en la búsqueda de nuevos detalles durante el transcurso de la carrera: un copiloto que se queja ante una colisión de importancia, un motor que se apaga también ante un percance de gravedad y cuyo sonido de puesta en marcha de nuevo es impecable, espectadores que te ayudarán a reincorporar tu vehículo a la carrera tras una salida de pista, además de los innumerables desperfectos que se le pueden ocasionar tanto a carrocería como a mecánica, pueden ser algunas de las muestras.

En cuanto a las modalidades del juego creo que a todos los aficionados al género les sonarán.

Escuela de Rally: Empieza a ser clásico dentro de los juegos de carreras de coches. Se comienza por lecciones básicas de control de los mandos del vehículo. A medida que completamos con éxito una lección desbloqueamos la siguiente, que habitualmente será un poco más complicada y así hasta finalizar todo el repertorio. Las lecciones abarcan todos los aspectos básicos y avanzados del pilotaje: aceleraciones, frenadas, trazadas de curvas etcétera, o sea, lo de siempre. Y a este respecto es obligatorio hacer un inciso. Como hemos dicho, prácticamente todos los títulos de carreras de coches suelen traer ya esta sección incorporada. Y nosotros dudamos que realmente su cometido sea el aprendizaje de la conducción. Todos son iguales y las lecciones casi idénticas. Y es que a estas alturas, exceptuando claro está a los pilotos de verdad, los que realmente se juegan el tipo a alta velocidad, si alguien no necesita que se le explique cual es el mejor trazado de una curva somos los asiduos a los videojuegos de carreras de coches. Ejemplo. El tomar una curva de 90º por el exterior acortándola por su vértice para salir acelerando al máximo es algo que hemos repetido en todas las lecciones de esta sección en la multitud de juegos de bólidos, de carreras de turismos, de coches de rally... Todos lo conocemos y hacerlo a la perfección solamente depende de nuestra pericia con los mandos o volantes de nuestras consolas y en ningún momento por ser más o menos conocido. ¿Y cómo explicamos entonces que una vez superadas todas las lecciones de un juego (se supone que ya deberíamos ser pilotos expertos), enchufemos un juego diferente y seamos incapaces de pasar las primeras lecciones hasta el 4º o 5º intento, y así con cada nuevo juego que probamos? Pues muy simple. El cometido final de esta sección no es aprender la teoría de la conducción como se indica, sino que su único objetivo es adaptarse a las diferentes respuestas que la física particular de cada juego ofrece. Por tanto, el trazado de una curva idéntica, con vehículos de potencia y características similares, es completamente diferente dependiendo del título que estemos reproduciendo en cada momento. Esto hace que ésta se este convirtiendo, a nuestro parecer, en una sección obligatoria (ya que si salimos a pista sin haberla jugado el fiasco está asegurado) y bastante aburrida, ya que tendremos que escuchar las mismas locuciones de las mismas pruebas una y otra vez cada vez que estrenamos título, ejecutarlas y superarlas. Es como si cada vez que cambiásemos de coche tuviéramos que asistir a las clases teóricas y prácticas de la autoescuela y superar sus correspondientes exámenes. Y es que los desarrolladores de cada juego deciden el nivel de realismo y dificultad en lo que al control de cada coche se refiere. Y como adelanto, deciros que el control en Richard Burns Rally es de los más difíciles que hemos probado hasta el momento.

Carrera Rápida: Poco que contar que no se sepa ya. Modalidad  para aquellos impacientes que quieren experimentar las sensaciones de correr sin más dilación uno de los tramos del campeonato, saltándose las directrices marcadas por el calendario de la temporada. Seleccionamos coche, tramos que en esos momentos están disponibles en cada país (al comienzo muy pocos, y con el avance del juego iremos desbloqueando los restantes) y directos a pista.

Campeonato: Como es obvio se trata de correr el campeonato mundial de rallys a los mandos del vehículo que hayamos escogido para la ocasión. No conviene seleccionar esta opción sin haber practicado antes las anteriores. Recordad que ningún piloto de rally ha llegado y besado el santo sin antes pasar por un largo periplo de práctica y aprendizaje. A la dificultad propia del pilotaje tendremos que añadir los aspectos de configuración de nuestro coche (esto es de vital importancia, ya que pistas diferentes requieren reglajes diferentes), si queremos obtener el mejor rendimiento y marcar los mejores tiempos. La puesta a punto es de fundamental ya que los desperfectos ocasionados en cada tramo se harán notar, y de qué manera, en los restantes.

Retomando el tema que someramente habíamos introducido en el apartado escuela de rally, vamos a tratar el compromiso realismo-jugabilidad. No cabe duda de que Richard Burns Rally es uno de los juegos más realistas, sino el que más, en lo que al comportamiento del vehículo se refiere. Tal es así, que controlar su física de movimientos es extremadamente complejo con el DualShock2 de Sony. Nos podemos imaginar la dificultad con la que se encontraría el mismísimo Richard Burns si le quitaran el volante, los pedales y el cambio de marchas de su poderosísima máquina y le instalarán uno de nuestros mandos de consola. A buen seguro que los magníficos tiempos que suele marcar habitualmente crecerían en exceso. Y es que jugar a este juego sin volante y pedales se puede convertir en todo un quebradero de cabeza, de ahí la importancia que llega a tomar la sección de escuela de rally. Si es difícil mantener el coche dentro de los límites de la carretera en los tramos de asfalto os podéis hacer a la idea de lo que es pilotar en barro, tierra o hielo. En cuanto al trabajo de programación, sin duda, excelente. El comportamiento de la física se ha plasmado con un acabado soberbio. Pero convendría saber si tanto realismo no irá finalmente en perjuicio del propio juego. Aquí habrá opiniones para todos los gustos, desde las de los jugadores más diestros que verán en la doma de estos ultrarrealistas vehículos un reto cada vez más atrayente, hasta las de los más impacientes y no tan habilidosos que consideran que tanto tiempo de adiestramiento para comenzar a jugar y poder acabar un simple tramo no es de recibo en un videojuego (con la cantidad de ellos que están a la espera de ser jugados). Suponemos que los buenos aficionados al género engrosarán la lista de los primeros, pero nos consta que existen muchos pertenecientes a la segunda, no sólo por impaciencia, sino también por falta de tiempo. Así pues, el debate está abierto, pero de lo que no cabe la menor duda es que tanto si la opinión se decanta de un lado como del otro, nos congratula que en el aspecto puramente técnico los progresos sean cada vez mayores como sucede con Richard Burns Rally.

Tanto el apartado gráfico como el sonoro se mantienen al más alto nivel, cosa que era de esperar queriendo hacer de este juego el referente de la simulación deportiva de rallys, compitiendo e intentando desbancar de lo más alto a los dominadores del sector WRC y Colin Mcrae. Los tramos de cada rally son de una profundidad y realismo espectaculares. Vienen decorados con todo lujo de detalles perfectamente integrados y la gran mayoría son susceptibles de dejar nuestro vehículo para el desguace si cometemos la osadía de colisionar con ellos a gran velocidad. Los vehículos están también muy bien modelados aunque no son tan impactantes como los escenarios que en las repeticiones llaman poderosamente la atención. Los desperfectos ocasionados en las colisiones también son de gran brillantez, siendo cada vez más las piezas del vehículo que se deterioran o se desprenden durante la carrera. También es necesario destacar los efectos de la iluminación. El conjunto formado por escenario, coche en movimiento y cielos conformados por las condiciones climatológicas del momento (despejado, nublado, lluvia ...) que otorgan diferentes grados de iluminación, se ha plasmado a la perfección y proporcionan imágenes de gran belleza y realismo. Y el sonido también goza de una calidad envidiable. El rugir del motor es de los mejores que hemos podido escuchar y sus diferentes cambios acústicos debido al deterioro durante el transcurso de la carrera son apreciables desde el primer contratiempo. Dicho sonido junto con el ruido generado por los neumáticos en las diferentes superficies, efectos sonoros de fondo e indicaciones del copiloto se mezclan a la perfección generando un ambiente característico de velocidad propio de las competiciones de rally.

Dos calificativos podrían sintetizar al máximo la reincorporación de Richard Burns Rally al mundo de los videojuegos: calidad y dificultad. Y a partir de ahora ya solamente queda el veredicto irrefutable de los miles de aficionados. A los que se repartían el pastel de los simuladores de rallys les ha salido un nuevo, y por lo visto en su primera aparición, durísimo competidor. Sin duda alguna estamos ante un título que marcará un antes y un después en los juegos del campeonato del mundo de rallys.


Puntuaciones

Gráficos: 9.0

Sonido: 9.0

Jugabilidad: 7.5

Duración: 7.0

Multijugador: 0.0

Historia: 7.0

TOTAL: 8.1

Caratula

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