Puede parecer sencillo, pero que no os engañe la simplicidad de Trials, ya que ahà radica su magia. Lo realmente complicado del juego está en saber cómo manejar la moto, como equilibrar las fuerzas que actuarán sobre ella con el cuerpo de nuestro piloto, cuando frenar y cuando salir quemando rueda... y todo para evitar acabar descoyuntándonos contra los obstáculos que nos encontraremos. Y creedme, resulta muy, muy, muy satisfactorio llegar a controlar tanto la moto como para ser capaz de llegar hasta el final, sin caerse, y batiendo el record. Si ya encima el record es de un amigo nuestro, en lugar de uno establecido por Ubisoft o un cualquiera de internet, ni os cuento. Es una sensación tremendamente adictiva. Carreras, piruetas y competiciones para un jugador
Trials Rising deja atrás los entornos futuristas, absurdos y post-apocalÃpticos de sus predecesores, volviendo algo mucho más similar a Trials Evolution, con circuitos basados en la actualidad. Nada más iniciar el juego, comenzaremos el modo carrera, para un sólo jugador. Tras crear a nuestro motorista, nos lanzaremos a competir en las pistas de Estados Unidos para obtener fama, dinero y medallas. Estos se irán acumulando en forma de experiencia y niveles, obteniendo una lootbox por cada subida de nivel, y se desbloquearán nuevas pistas, hasta llegar al desafÃo definitivo de nuestra categorÃa: la competición en un torneo. A priori, son un nivel más de Trials, pero con la diferencia de que tendremos a nuestros competidores jugando a la vez contra nosotros, por lo que a los habituales objetivos de no ostiarnos y llegar lo antes posible se le suma el llegar antes que los demás.