En esta ocasión Kratos abandona la mitologÃa griega para adentrarse en la mitologÃa nórdica, en una etapa previa a los vikingos. Este no es el único cambio, ya que ahora Kratos es padre, por lo que esta entrega se centrará muchÃsimo en su relación con su hijo Atreus. Esto significa que estamos ante un Kratos muy diferente, más sabio y calmado, intentando enseñar a su hijo mientras intentan sobrevivir en este peligroso mundo.
Más narrativo, pero manteniendo la acción
A simple vista, puede parecer que la saga sigue las lÃneas marcadas por The Last of Us, y en parte es asÃ. Ahora la cámara es libre, nos sigue muy de cerca, y estaremos acompañados en casi todo momento por un niño con el que interactuaremos de diferentes maneras a lo largo de la aventura, pero que nunca será un inconveniente durante los combates. Sin embargo, la esencia de la saga sigue muy presente, al no dejar de lado la acción más espectacular.
En vez de usar las Espadas del Caos, ahora Kratos puede usar un hacha nórdica capaz de congelar a sus enemigos, o sus propios puños. En función del arma que usemos tendremos acceso a diferentes combos, y hasta hay enemigos que son más vulnerables a un arma u otra, para que no usemos solo el hacha, que a priori parece mucho más poderosa. Los combos se parecen bastante a los originales, pudiendo lanzar a los enemigos para mantener el combo sin que puedan ni defenderse, a pesar de que ojo, no podamos saltar. Incluso se mantiene el contraataque, tan eficaz como satisfactorio. Otra eliminación está en los QTE, y hasta han cambiado el botón de las ejecuciones del CÃrculo al R3.
Una novedad muy clara está en la cámara. Al estar tan cerca de nosotros, no podemos ver el escenario de un vistazo, por lo que se ha añadido una pequeña brújula para indicarnos la localización de los enemigos a nuestra espalda, o incluso si nos van a atacar, para que podamos defendernos de forma apropiada. Esto funciona muy bien en los combates normales, y en la primera hora y media de juego nos enfrentaremos a una buena variedad de enemigos, con diferentes patrones de ataque (a distancia y cuerpo a cuerpo), debilidades elementales y hasta dos jefes finales muy espectaculares. A pesar de esta cámara cercana, la epicidad de los jefes se mantiene, tanto durante el encuentro como tal (con muchos elementos interactivos) como en las escenas de vÃdeo. Un detalle interesante es que todo el juego lo veremos como si fuera una única toma, a lo Hellblade: Senua’s Sacrifice, funcionando bastante bien pese a la gran envergadura de los eventos que veremos en pantalla.