Hay que reconocer que pocos juegos han conseguido mantener el
interés de la gente durante tanto tiempo. En una industria que
prácticamente se reinventó desde los años 80 hasta ahora, conseguir que
la gente espere con ansia tu próximo juego durante casi el 50% de
existencia del medio es algo que pocos han conseguido, por no decir
ninguno. Estaba claro que ningún final serÃa lo suficientemente bueno
para los fans más acérrimos de la saga. Pero una cosa es eso, y otra es
encontrarse con que este esperadÃsimo Shenmue 3 no es el final, sino un
paso más. Un paso que debÃa haberse dado hace, tranquilamente, quince
años, y que no se si aguantaré otros dieciocho más hasta dar el
siguiente. Y esta sensación basta por sà sola para sentirse
terriblemente deprimido.
Bueno, bueno... pero el juego será la leche, ¿no?
Pasando
ya a lo que es el mecanismo jugable de Shenmue 3, si el juego parecÃa
congelado en el tiempo a nivel argumental, se podrÃa decir prácticamente
lo mismo de su control y estilo. El tÃtulo sigue siendo como era
entonces, una combinación de Virtua Fighter con exploración de mundo
abierto basado en pesquisas mucho más naturales que los caminos de
baldosas amarillas que estrenaron juegos como Fable 2 o Grand Theft
Auto. Tendremos que volver a acostumbrarnos al pasar del tiempo, a ver a
personajes que viven su propia vida, tener que esperar a que abran la
tienda o a que este personaje vuelva a su casa tras trabajar para poder
continuar con la historia. Pero las mejoras están ahÃ, y se notan mucho
más tras dedicarle un tiempo a las versiones originales de los juegos y
ponerse con este.
Los controles del juego de lucha son bastante
más asequibles, siendo una experiencia algo menos frustrante que la
original, asà como el uso de técnicas o QTEs. También, la escala algo
más reducida que las gigantes Kow Loon o Yokosuka hacen que perderse
durante dÃas sin tener muy claro el siguiente paso a seguir no sea tan
sencillo. En general, Shenmue 3 supone toda una mejora con respecto a
los originales en todos los sentidos, incluso en el control en
minijuegos como los trabajos de Ryo. Y si sólo hubiéramos jugado a
Shenmue en estos dieciocho años, serÃa suficiente. Lo malo es que el
medio ha avanzado mucho desde entonces, y no podremos evitar hacer
odiosas comparaciones entre cómo resuelve Shenmue 3 algunos de los
problemas que otros tÃtulos han resuelto de forma más satisfactoria. Y
lo peor es que la solución a alguno de esos problemas lo ha resuelto
perfectamente Sega en juegos como Yakuza... ¿será que Suzuki no habrá
querido probar los sucesores de sus juegos?
¿Y los gráficos? ¡No me irás a decepcionar aquà también!
A
nivel técnico, Shenmue 3 utiliza Unreal Engine 4, lo que nos da una
idea de la calidad visual del juego. Los personajes, si bien son
realmente reconocibles con respecto a sus apariciones originales en
Dreamcast, no han sufrido una gran transformación, me imagino que en
aras de mantener una cierta cohesión a la hora de evaluar los juegos en
su conjunto, y asà evitar un gran cambio entre la segunda y tercera
parte.
Además, teniendo en cuenta que el juego se financia
gracias a un Kickstarter, hemos de conformarnos con la idea de que el
nivel técnico de Shenmue es bueno. Los personajes, pese a tener alguna
que otra animación robótica, están trabajados y mantienen el nivel,
quedándose en un curioso nivel intermedio entre la mala calidad del 3D
que suelen tener la mayorÃa de indies y el detalle extremo de los juegos
de hoy en dÃa. Aun asÃ, gracias al motor, el juego nos tiene reservadas
más de una sorpresa y más de dos en forma de localizaciones épicas,
efectos de iluminación y de agua muy chulos, y un cierto aire de belleza
unido a las composiciones de Ryuji Iuchi, que vuelve a componer música
para la saga.
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