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Que las grandes empresas de videojuegos están empeñadas en acabar con el formato físico es una obviedad. Para ellas sólo hay ventajas, pero somos los consumidores los que pagaremos el precio al final. PSP Go es el primer movimiento en el tablero.
NOTA: Este artículo representa únicamente la opinión del autor que firma estas líneas.
Espero que PSP Go fracase. Lo espero con toda mi alma. No es que sea un fanático anti Sony ni nada por el estilo, pero me rebelo contra el modelo de negocio que están tanteando todas las grandes productoras de videojuegos. En el caso de la nueva portátil de Sony, que es una revisión de la PSP , todos los juegos deberán ser comprados a través de descarga digital, ya que la compañía nipona ha eliminado el lector UMD de la consola. No está garantizado asimismo que los actuales poseedores de las anteriores PSP puedan pasar sus juegos ya comprados a la nueva máquina. Más allá de problemas de compatibilidad entre las diferentes PSP (Play Station Portable Go incluye un puerto universal en la parte superior que a falta de algún adaptador impedirá la conexión de los periféricos lanzados para los otros modelos) está la verdadera cuestión, la pregunta que hay que formularse desde el principio. ¿Qué ventajas tiene la descarga digital para el comprador de videojuegos?
Desde un punto de vista práctico, la mayor ventaja es que el consumidor puede acceder al producto casi de manera inmediata, sin moverse del sillón. Basta con sacar la tarjeta de crédito de la cartera, seguir unos pasos y darle al botón de “download”. Claro que España es un país donde la rapidez de las conexiones de red brilla por su ausencia, por lo que de momento la descarga de juegos pesados no es demasiado factible. Pero la base está ya echando raíces, las empresas han descubierto que los pequeños contenidos descargables, incluso los más absurdos, reportan grandes beneficios; trajes, personajes nuevos, más modos de juego...todo es susceptible para volver a pasar por caja, y lo peor es que muchos pasan por el aro. Conscientes de ello las compañías se están frotando las manos. Están perdiendo el culo con pruebas y más pruebas, y lo de Sony y su PSP GO es una de las muestras más palpables.
A priori parece muy interesante la idea de poder comprar cuando quieras sin moverte de casa, pero hay puntos negros que solo favorecen a las empresas. Para ellas es un negocio redondo, de un plumazo se van a librar de toda una larga cadena de gastos; distribución, empaquetado, etc. Adiós al formato físico. Sayonara a los manuales, aunque de un tiempo a esta parte ya habían eliminado todo vestigio de trabajo a la hora de elaborarlos; antaño eran a todo color, con muchas páginas, con buenas explicaciones. En la actualidad son meros panfletos en blanco y negro que no valen ni para después de una visita al baño. Otro aspecto negativo es sin duda los precios. Teniendo en cuenta el ahorro que consiguen las productoras con la descarga digital de los juegos, uno puede pensar que ello va a venir acompañado de una rebaja de los precios con respecto a los títulos que vienen en UMD. Nada más lejos de la realidad, Sony ya tiene prevista la jugada: En una entrevista reciente (Teknoconsolas) a James Armstrong, Vicepresidente Senior de Sony para el sur de Europa, el directivo ha confirmado que los videojuegos costarán lo mismo tanto en formato físico como en su versión descargable. Según ha comentado: “Siempre vamos a mantener una política de tener los mismos precios sea en digital o comprado en una tienda”.
Con las descargas digitales no solo salimos perdiendo los jugadores, hay también otros grandes damnificados, las tiendas de videojuegos: ¿Qué van a vender si en el futuro todo se distribuye por la Internet? Poco. Evidentemente el anuncio de la PSP Go no ha sentado especialmente bien en el sector. De hecho algunas cadenas han amenazado con no comercializar la máquina. En la misma línea, leí ace un tiempo una noticia difundida por Jeux Video en la que se afirma que PSP Go no verá la luz en Francia por la fuerte presión de los minoristas. Pese a ser un rumor que no ha sido confirmado por ninguna de las partes, ello demuestra la oposición que hay dentro de la misma industria a estos cambios.
La descarga digital es también un enemigo de tus amigos. Hasta ahora uno podía comprar un juego y, si quería, llevarlo a casa de un colega para disfrutarlo en compañía. Bastaba con meter el disco en la consola del amigo y...¡a divertirse! Imaginaros la situación. En vez de llevarlo...¿Tendremos que descargar el juego de nuevo? ¿Se podrá o habrá muchas limitaciones? Son muchas las incógnitas que quedan todavía sin resolver, pero la verdad es que la simple acción de prestar un juego o de intercambiarlo desaparecerá, así de simple. Igualmente se cargan el mercado de segunda mano como tal, por lo que los precios serán siempre los que decida la compañía de turno. Al final, sin embargo, la solución está en nuestras manos. Somos los jugadores los que nos tenemos que plantar cara y decir NO. Si no se vende, se replantearán el modelo. Si picamos, les servimos en bandeja de oro lo que quieren; el jaque mate al formato físico.
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