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Un diseño que enamora, con peso pluma y batería para aburrir.
Encontrar un mando de terceros que no parezca un juguete de mercadillo a veces cuesta. Pero ojo con Turtle Beach y su línea Rematch, porque traen una propuesta que te entra por los ojos desde el minuto uno. Además, ahora que la Nintendo Switch 2 lleva ya medio año entre nosotros, es vital saber qué mandos “antiguos” siguen dando la talla. Si buscas un mando "pro" sin dejarte el riñón que cuesta el oficial, y quieres algo que funcione en tu vieja Switch y en la flamante nueva consola, quédate porque vamos a romper algunos ladrillos.
Amor a primera vista
Cuando saqué el mando de la caja fue un flechazo instantáneo. Es precioso y las fotos no le hacen justicia. El diseño lenticular "Mario Bricks" es hipnótico. No estamos hablando de una simple pegatina brillante; el panel frontal tiene profundidad real. Un chute de nostalgia pura: combina ese rojo intenso característico de la carcasa con los tonos marrones y amarillos clásicos del Reino Champiñón. Al moverlo, el efecto lenticular hace que la escena cobre vida: ves a Mario en plena acción. Es como tener un pequeño diorama en movimiento en tus manos.
Hablando de manos, hablemos del peso. Al eliminar los motores de vibración, el mando es una pluma. Apenas notas que lo llevas, lo cual agradecen tus muñecas tras horas de juego. Pero ojo, que sea ligero no significa que sea "cutre". Al agarrarlo se nota un producto sólido, bien ensamblado y lejos de ese "plástico de yogur" que cruje al apretarlo. Es ligero, sí, pero de calidad.
Alto rendimiento y gran precisión
Lo primero de todo, indicar que el Turtle Beach Rematch Wireless Controller Mario Bricks es compatible con toda la familia: Switch original, Lite, OLED y la más reciente Switch 2. Tendremos dos botones traseros programables a la altura de los dedos medios. Esto es gloria bendita para juegos competitivos. Puedes mapear el salto o la recarga ahí atrás sin soltar los joysticks, dándote esa ventaja de milisegundos que separa el respawn de la victoria. Tampoco se han olvidado de la inmersión: incluye controles de movimiento integrados. Esto es vital si quieres derrapar como un pro en Mario Kart 8 o lanzar a Cappy con precisión en Super Mario Odyssey. Todo responde de forma natural e intuitiva.
La conexión inalámbrica es sólida. Con baja latencia y hasta 9 metros de rango. El input lag es inexistente, muy importante ahora que los juegos de Switch 2 exigen más reflejos que nunca. Con la batería han sacado pecho: 40 horas de batería. Es una barbaridad. Te puedes pasar Tears of the Kingdom casi entero con una o dos cargas. O tener largas sesiones con amigos y familiares jugando a Mario Party hasta tener que recargarlo de nuevo.
Algunas ausencias más o menos importantes
Como ya sabréis, la Switch 2 introdujo ese famoso "Botón C" extra. Este mando funciona perfectamente en la nueva consola, pero lógicamente, carece de ese botón físico. No es ningún drama al menos que seas un adicto a las funciones sociales o al GameChat específico que usa esa tecla, ni te vas a enterar de que falta.
Otra ausencia importante es la vibración HD, posiblemente la función más dolorosa. En juegos donde el feedback háptico te avisa de peligros o te sumerge en la acción (como sentir los pasos de un enemigo o el motor de un coche), el mando se siente un poco "muerto". Pierdes esa capa extra de inmersión. Por último, tampoco tiene lector NFC. Esto es más perdonable: si quieres escanear un Amiibo, te levantas y usas el lector de la propia consola. Es una molestia menor, pero hay que decirlo.
Conclusión
El Turtle Beach Rematch Wireless Controller Mario Bricks es una opción fantástica si priorizas la estética y la ergonomía sobre la vibración. Es un mando que entra por los ojos, con un diseño de Mario que es puro amor, y una comodidad que te permite jugar maratones sin cansarte gracias a su ligereza. Es una compra inteligente porque es un todoterreno: te sirve de mando principal, de mando para el "Player 2" cuando vienen visitas, y te salva la papeleta perfectamente en la Switch 2 si no te importa prescindir del botón social. Pierdes inmersión física (adiós vibración), pero ganas precisión con los botones traseros y una batería de larga duración.
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