En ocasiones para combatir al mal necesitas compañeros y amigos que te asistan en una tarea tan colosal. Con esta premisa llega Dicefolk, un juego roguelike con elementos de estrategia por turnos y construcción de barajas entre otras cosas. El juego es el resultado del trabajo de las desarrolladoras LEAP Game Studios y Tiny Ghoul; así como la editora Good Shepherd Entertaiment. Dicefolk nos pone en la piel de Alea, una joven invocadora de quimeras (también llamadas Dicefolk). Criaturas ancestrales para que la ayuden a combatir unas fuerzas malignas que amenazan con eliminar a la humanidad. Para vencer, Alea luchará con todas sus fuerzas y escuchará la canción de los espíritus.
La Puerta de Salem
Dicefolk nos plantea un juego en el que en primer lugar debemos elegir un “talismán”, por así decirlo un estilo de juego que cuenta con un abanico de quimeras. Hay cuatro talismanes: guerrero, tormenta, ira y dolor. Al principio únicamente tenemos desbloqueado el talismán del guerrero. Para desbloquear los otros talismanes hay que superar distintas fases de la partida o incluso superar la partida con los talismanes.
A su vez muchas quimeras, enemigos, eventos, biomas, objetos, pergaminos con partes de la historia y demás están bloqueados al principio. A medida que terminamos partidas, tanto derrotados como victoriosos, subiremos el nivel del talismán, desbloqueando parte de esos elementos que hemos mencionados. Para superar la partida, hay que vencer varios combates en tres fases (biomas), siendo el último de cada fase un combate contra un jefe. Una vez superadas las tres fases el talismán se insertará en la Puerta de Salem, concediendo al jugador acceso el modo “retos” y…a algo más. Pero no adelantemos acontecimientos.
Una vez escogido el talismán empezamos en la primera zona del juego. Hay un mapa de varios caminos donde debemos buscar el combate contra el jefe. Al principio recibimos tres quimeras que parecen muñecos de entrenamiento, dependiendo del talismán cambian de nombre, habilidades e incluso parte de su forma. Podemos afirmar que con esos tres muñecos no vamos a poder superar las tres fases, puede que ni la primera. Habrá que sustituirlos por otras quimeras.
Hay diversos tipos de casilla en el camino: combates, tienda, vagabundo, escombros, hogueras, tiendas combates de élite. A medida que subamos de nivel el talismán aparecerán entre otras cosas nuevas casillas: cofres malditos, mausoleos, héroe errante. Las tiendas, los dibujantes de pergaminos y el forjador te permitirán comprar objetos con oro. ¿Qué objetos? Pues equipamiento para las quimeras, fichas, dados y dados extra para usar durante los combates. El oro es escaso en las fases así que es mejor gastarlo con cuidado. Las fichas también, pero ten en cuenta que, si en un combate es usarlas o perder, no dudes en usarlas. Vive para luchar la siguiente batalla.
También hay santuarios donde podemos curar a las quimeras, liberar y reclutar nuevas quimeras. Hay más de cien quimeras distintas en Dicefolk. Cada una tiene sus habilidades, sus puntos de vida, su fortaleza (puntos de daño), algunas tienen inteligencia (determina los efectos de las habilidades) entre otras cosas.
