Garphill Games están de moda, los juegos de mesa modernos están de moda y sus versiones digitales empiezan a estarlo. ¿Qué puede salir mal cuándo Dire Wolf hace una versión increíble de Saqueadores del Mar del Norte? Nada.
De gamer a jugador
Llevo unos cuantos años haciendo análisis de videojuegos. Y en alguna ocasión me ha tocado analizar algún juego basado en juegos de mesa. Incluso recuerdo el Sumer, un juego “de mesa” que no tendría sentido fuera del mundo de las consolas por sus peculiares mecánicas. PERO siempre lo había hecho desde el punto de vista del jugón, alguien a quien los juegos de mesa modernos (Monopoly no entra en esa categoría, lo siento) le eran algo ajeno. Pero desde hace unos años me he metido en ese otro mundo lúdico, así que ¿cómo debería afrontar ese análisis? En teoría debería de tener mayor bagaje para analizar pros y contras y ver cómo cambia la experiencia, cómo se combinan. Pero no resulta del todo fácil abstraerse cuando hay que hacerlo y ver cuándo se hace necesario que uno de los dos elementos (ya sea el de mesa, ya sea el digital) tienen que perder parte de su identidad para dejar un poco de hueco a la otra parte. Veamos qué tal sale.
Raiders of the North Sea (el juego de mesa en Español ha sido editado por Primigenio bajo el nombre de Saqueadores del Mar del Norte) es un juego de los llamados euros, en el que tendremos que gestionar nuestra aldea vikinga para poder saquear poblados y asentamientos. El ganador de la partida es aquel que consiga saquear más y mejor. La mecánica es muy peculiar, incluso dentro del mundo de los euros más tradicionales. Contamos únicamente con dos acciones y un único trabajador. En la primera estamos obligados a poner el trabajador en una de las acciones que haya libres. En la segunda, debemos de recuperar uno de los trabajadores que estén ocupados. Estas acciones irán desde mejorar nuestra fuerza de ataque, contratar más saqueadores, conseguir provisiones o ir al mercado a intercambiar recursos. La gestión de nuestra tripulación funciona en base a un mazo de cartas, cada una de ellas con una acción pasiva y otra activa, en función de si está en nuestra mano o si lo hemos incorporado al mazo.
La acción de saqueo consume directamente nuestras dos acciones y la preparación previa para el ataque a poblados viene determinada por las condiciones de saqueo de cada localización, que son diferentes. Estas condiciones dictan el número de saqueadores que hay que llevar, número de provisiones y color del peón del trabajador. Adicionalmente, los puntos de victoria obtenidos por ese ataque dependerán de nuestra fuerza total y de un valor adicional que proporciona una tirada de dados. Cuanto más complejo sea el saqueo, más puntos de victoria y más botín (reses, materiales, oro o valquirias) obtendremos. Las valquirias son una parte curiosa, ya que nos darán puntos de victoria por aquellos saqueadores que mueran en combate, dando un toque extra de estrategia: que nuestra tripulación sobreviva quizás no sea lo más interesante.
Un juego de mesa siempre es complicado de resumir cuando se intentan explicar las reglas, así que me gustaría remarcar que se trata de un sistema de juego sencillo, entretenido y muy fácil de captar. Además, esta versión presenta una curva de aprendizaje muy bien llevada en el modo campaña, por lo que meterse de lleno en el sistema de juego es especialmente asequible.
