El aspecto gráfico del juego está cuidado en Playstation 3 y Xbox 360, con brillantes texturas y buenos modelados, muy vivos y coherentes dentro de la completa anarquía cromática que supone enfrentar personajes tan dispares como los de Jet Set Radio o NiGHTS (aunque las ralentizaciones en los partidos a dobles nos parecen intolerables). La score empleada como BSO son temas y remezclas de prácticamente todos los clásicos de Sega que iremos desbloqueando a medida que mejoremos y superemos pruebas, siendo sin duda uno de los aspectos más cuidados por Summo. Las versiones de Playstation 2 y Wii no son especialmente agraciadas ya que pecan de jaggies y cierta desgana por parte del equipo (mala resolución, peores modelados etc.), notándose en demasía que han empleado sus esfuerzos en las primeras versiones mencionadas. No obstante, la edición de DS es una buena obra de orfebrería, siendo prácticamente igual al original guardando (obviamente) las distancias, una grata sorpresa, máxime en comparación con el resto del género en el catálogo (sin comentarios).

Entrando a trapo, Sumo no ha sabido encontrar el equilibrio justo, siendo una decepción mayor de la usual viniendo del equipo encargado de títulos tan brillantes como Virtua Tennis 3 o Outrun 2 (aunque sólo hayan trabajado en las conversiones). La física de la pelota es impredecible y poco satisfactoria, los golpes especiales de cada personajes están desequilibrados creando algunos vacíos y en general, nos queda una sensación muy ligera y superficial donde debería haber una base firme e impenetrable (similar a lo ocurrido con el magnífico Mario Tennis 64 y el fallido Mario Power Tennis de NGC).

Los modos de juego son interesantes y otorgan una vida más que extra si pretendemos jugarlo en solitario (aunque sin duda sus pretensiones son familiares). En el modo carrera tendremos que superar una serie de mini-juegos (en ocasiones, mejores que los propios partidos) basados en sagas de Sega tan dispares como OutRun hasta Chu Chu Rocket (imprescindible probar esta “versión” o la de Puyo Puyo). El número de pruebas es considerablemente alto y en dificultades altas realmente necesitaremos dominar la mecánica. El modo Online también es muy plausible, pese a ser un clon descarado del visto en Virtua Tennis 3 (versión Xbox 360). No obstante, la inclusión de este modo por primera vez en la consola de Sony y su sencillez y accesibilidad siguen igual de pulcros que hace un año, siendo sinceramente absurdo el perder tiempo cambiando algo que, simplemente, funciona.

Sumo no ha logrado atinar en un juego que se conforma con notable cuando podría haber sido todo un sobresaliente. De indiscutible encanto y buen hacer, el juego se pierde en una superfecilidad propia de juegos de serie B, no de lo que debería ser una gran fiesta de Sega, un arcade puro, difícil, completo y que nos haga plantearnos volvernos a comprar otro juego más en toda nuestra vida. Como en los viejos tiempos. Como con los grandes clásicos de la compañía.

Puntuaciones

Gráficos: 8.0

Sonido: 9.0

Jugabilidad: 6.5

Duración: 7.0

Multijugador: 8.0

Historia: 0.0

TOTAL: 7.0