F.E.A.R.

En Juego.
Una de las cosas que hacen único a F.E.A.R. es lo intenso de sus combates. Los enemigos son bastante inteligentes, se cubren unos a otros y sus disparos y los nuestros se cruzan en una orgía de destrucción, que afecta a casi todo el decorado. Ni que decir tiene que la física de los cuerpos ayuda mucho en este realismo, quedando afectados en el lugar del impacto y desplazando hacia atrás los miembros en los que las balas impactan. Es además el juego en el que el modo bala ha sido más logrado hasta el momento. Aquí no es un capricho de los diseñadores, es realmente necesario y se aplican unos efectos de luces, degradados y sonido realmente espectaculares, dignos de Matriz o una película de John Woo.

Las armas son también bastante potentes y bien balanceadas, siendo algunas de lo más espectaculares, como un lanzador de clavos que deja literalmente clavados a los enemigos a las paredes por la parte del cuerpo en la que el proyectil impacta. Realmente espectacular.

Si algo es criticable del mecanismo del juego es la configuración de los controles, a la que nunca llegamos a acostumbrarnos del todo… Mira que lo intento pero siempre termino usando un botiquín cuando quiero pasar a modo bala o cuando quiero cambiar de arma. Y esto en multijugador es mortal. A esto sumamos además el uso continuo de una linterna (otro botón más) y que el disparador izquierdo lanza la granada, incluso cuando llevamos dos armas a la vez, lo que a un fan de Halo 2 como yo le hace quedarse sin ellas al rato de haberlas recogido.

Gráficos y ambientación
Gráficamente F.E.A.R. es bastante impresionante, aunque igual que en un PC de gama alta. ¿Es esto malo? Ni mucho menos, pero de una Xbox 360 sabemos que podemos obtener más que en un juego de PC del año pasado, Gears of War lo ha demostrado. La ambientación opresiva está excelentemente lograda, aunque tras unas cuantas fases los pasillos, corredores e interior de edificios se hacen un poco repetitivos. Lo que es impresionante es la física y los efectos de partículas, realmente muy bien logrados.

Como ya comentamos F.E.A.R. es un juego en el que el terror psicológico juega un papel primordial. La influencia de películas japonesas como The Ring o The Grudge se nota en la ambientación (ya veréis a la niña, ya…), lo que a los que nos encantan esas películas supone un guiño más que agradable.