El juego sería más fácil si Kirby pudiera permanecer estático, pero no es así, se mueve continuamente, en una u otra dirección. Por eso y por la rapidez con la que se desarrolla toda la acción, tendrás que tener puestos los cinco sentidos en la pantalla. El control, al contrario de lo que pueda parecer, resulta sencillo e intuitivo. Arrastrando el puntero, se puede conseguir generar un arco iris con el pincel del poder (hay una barra que va decreciendo si usas mucho el poder, aunque se rellena sola). Este procedimiento sirve para protegerte de los enemigos (creando una barrera protectora) y para subir, bajar a plataformas o desplazarte en general. Poniendo el stylus sobre Kirby, podrás desplazarte con un turbo rápido muy eficaz para eliminar enemigos. Si en cambio pones el lápiz sobre el enemigo, éstos se atontarán y podrás aprovechar para eliminarlos tranquilamente. En todas las fases hay diversos mecanismos para interactuar, como cañones (algunos se activan solos cuando te subes, y otros tienes que ponerlos tu en marcha con el puntero), barreras con pinchos que tendrás que detener, y demás cosillas que quieras o no enriquecen un poco más el planteamiento, ofreciendo al videojugador nuevos retos. También se pueden encontrar estrellitas que se pueden recoger para conseguir una vida extra (por cada cien, una vida). Cada una de las fases está dividida a su vez en varias subfases interconectadas por puertas negras (que tendrás que pasar, claro). Al final de cada pantalla (pasando por las puertas multicolor), tendrás que enfrentarte a un divertido minijuego de “salto de longitud”.
La mayor ausencia del juego y su punto negro es la no inclusión de jefes finales (exceptuando a la bruja). En lugar de ello, cuando acabas un mundo tendrás que participar en uno de los tres minijuegos disponibles: El “Rompebloques” consiste en ir haciendo rebotar a Kirby por las paredes mientras destruyes bloques y enemigos. El “Duelo Minero” es una carrera en la que lógicamente tendrás que llegar primero a la meta (subiendo y bajando el generador de raíles). El tercer y último minijuego es el llamado “Lápiz Loco”. Lo que hay que hacer es seguir el patrón que marca la plantilla de Paint Soller y terminar el dibujo antes de que Kirby sea alcanzado por los Bomber.
Estos minijuegos se pueden jugar posteriormente en el modo minijuegos.

Para finalizar, nos encontramos con el modo “Retos Iris”. Consiste en rehacer todos los niveles de la siguiente forma:

a) Reto Reloj: Una carrera contrarreloj, tienes que llegar a la meta lo más rápido posible.
b) Reto Tintero: Tienes que pasar las fases procurando gastar la menor tinta posible. ¿Lo conseguirás?

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Kirby: El Pincel del Poder es un videojuego trepidante de principio a fin. Hal Laboratory ha vuelto a conseguir un juego equilibrado, con una jugabilidad fascinante y divertida y un planteamiento clásico mezclado con la originalidad de la consola de Nintendo. El modo historia no es especialmente largo, pero para completar el juego al completo tendrás que acabarte todos los minijuegos y retos también. Además es un videojuego sumamente rejugable. En nuestra opinión es un juego que no debería faltar en un tu estantería.

LO MEJOR
- Su planteamiento
- Divertido hasta decir basta
- Los minijuegos y retos
- Técnicamente sobresaliente

LO PEOR
- No hay jefes finales

Puntuaciones

Gráficos: 9.0

Sonido: 8.7

Jugabilidad: 9.1

Duración: 9.5

Multijugador: 0.0

Historia: 1.0

TOTAL: 9.0