Xenoblade Chronicles

Wii
9.5
Xenoblade Chronicles 10 TodoJuegos
Publicado el 20-10-2011 a las 23:52 <<   Página 2 de 3   >>   
Autor: José Ángel "ASTURmatr" Álvarez

En cuanto a la calidad de los escenarios, lo cierto es que cuenta con unos altibajos muy marcados. En la lejanía todo se ve perfectamente, con unas texturas y unos modelados preciosos que cuentan con infinidad de detalles. Pero si nos fijamos en el entorno más próximo la calidad baja mucho, con texturas más pobres y modelados menos vistosos. No obstante, el nivel de detalle se mantiene y podemos entretenernos con la fauna, desniveles del terreno o el paso del tiempo y el cambio entre el día y la noche, ofreciéndonos escenarios cada vez más bellos cuanto más avanzamos en la historia. Estos mismos problemas se extrapolan a los modelados de los personajes que son detallados, pero muy pobres en polígonos y con animaciones un tanto robóticas. Aunque esto se soluciona cuando las escenas pasan a ser animadas (aunque todas en tiempo real). A pesar de este bajo nivel gráfico nos llama la atención la gran capacidad de representar diferentes tipos de expresiones faciales con tan pocos polígonos, lo que destaca la capacidad del equipo para manejar la narrativa.

 

El sonido tampoco se queda corto. En un juego tan amplio se agradece que el nivel de la banda sonora y de los efectos de sonido se mantenga a buen nivel durante todo el juego, permitiendo al usuario disfrutar de bellísimas piezas y de muy variados tipos de música. Dependiendo del escenario podremos estar escuchando una pieza al más puro estilo Enya o pasar al rock o a la belleza de momentos musicales clásicos. Entre todos destacan algunas pistas que se han convertido en la representación musical de este juego como son el tema nocturno de Satorul o la animada banda sonora que nos acompañará en la Pierna de Bionis. El problema es que, por buenas que sean, todas corren el riesgo de caer en la repetición ya que pasaremos mucho tiempo caminando por esos escenarios.

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A pesar de ser un JRPG al estilo más clásico, lo cierto es que Xenoblade Chronicles abre las puertas para que disfruten todos aquellos que no terminan de engancharse a este tipo de juegos. Y lo hace distanciándose lo suficiente de las bases más arraigadas del género como para transformar aquellos elementos que lo hacían poco atractivo para algunos grupos de jugadores. En primer lugar mezcla los combates por turnos y la acción en tiempo real de una forma completamente original y estratégica que logra simplificar las batallas a la vez que las hace más complejas. Para ello tendremos una serie de ataques que podremos utilizar, pero que necesitarán un tiempo de recarga después de su uso. Este tiempo de recarga dependerá de la fuerza del ataque y de cuánto lo hayamos evolucionado. A esto hay que sumarle los extras de cada ataque, que pueden causar efectos alterados dependiendo de si se realiza por la espalda, de frente o en alguno de los laterales.

Pero no sólo el sistema de combate ha evolucionado, sino que los sistemas de evolución, niveles y equipamiento se han visto reforzados con una vuelta de tuerca que consigue refrescar las manidas fórmulas de los JRPG más tradicionales. Xenoblade Chronicles cuenta con muchos sistemas de potenciación de los personajes, muy fáciles de utilizar y que dejan de ser una tarea ardua y aburrida. También se ha simplificado hasta la perfección la evolución de los personajes en reserva. El jugador sólo puede combatir con tres personajes a un tiempo, pero los reservas seguirán subiendo de nivel aunque no participen activamente en la lucha, lo que anima al jugador a probar sus propios equipos sin verse obligado a subir niveles a personajes que no terminan de gustarle. La guinda de la simplificación, y que funciona de forma espléndida, es que los personajes recuperarán automáticamente la salud al finalizar un combate, al más puro estilo shooter. Esto supone la ausencia de dependencia de pociones y demás objetos de recuperación de salud que, en juegos de este calibre, suponían un mero trámite y una ruptura en la acción.

 

Todo esto se combina con los amplísimos escenarios ya mencionados que destacan por la libertad que otorgan al jugador a la hora de pasear por los campos de Bionis. Aunque la historia siga un camino prefijado, el jugador es libre de vagabundear por las praderas y colinas, aunque en ocasiones eso supondrá darse de bruces con algún enemigo que tendrá muchísimos más niveles que nosotros. Aunque estos enemigos son visibles en pantalla, por lo que el jugador tendrá la posibilidad (aunque depende de las aptitudes del enemigo) de esquivarlos si cree que no podría salir bien parado del ataque de un peligroso Simgután.


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