Enslaved: Odyssey to the West

Aquí es donde comienza realmente la aventura, teniendo que superar en pareja infinidad de enemigos y peligros de mil y un colores recorriendo las ruinas de lo que parece ser la ciudad de Nueva York a lo largo de las más o menos 13 o 14 horas que nos puede llevar completarlo . Sin duda podríamos decir que estamos ante la aventura del año, uno de los juegos más originales y divertidos a los que hemos jugado.

DESTRIPANDO EL JUEGO

El juego está dividido claramente en dos puntos jugables muy diferenciables, las plataformas y la lucha. Cabe destacar que ambas son muy atractivas y por si solas funcionan bastante bien pero… a veces da la sensación como que falta algo. En el caso de las plataformas podríamos decir  que las acrobacias y los movimientos de Monkey están demasiado automatizados, simplificados, no permitiendo el error, resultando estos tramos de la aventura normalmente un mero trámite, quizás carentes de la tensión correspondiente cabria esperar en este aspecto, es verdad que las acciones son muy rápidas y fluidas pero esto quizás les resta algo de emoción. En cuanto a los combates, estos generalmente serán cuerpo a cuerpo, dejando solo dos opciones de ataque (las cuales suelen ser las más típicas), un botón para un ataque más rápido pero débil, y un segundo para otro más potente pero lento, dejándonos la opción del botón para la evasión y de el escudo como protección.

Comentando lo anterior cabe pensar que toda la atención al parecer se ha centralizado en la historia principal y en crear un ambiente y personajes carismáticos, y seguramente haya sido así, pero la falta de implementación en su aspecto jugable de ninguna manera empaña el acabado final conseguido. Jugar a este título sigue siendo muy entretenido, con buenas alternancias entre plataformas y peleas, que sin duda engancharan a más de un ávido jugador. Quizás a largo plazo las luchas lleguen a ser algo reiterativas y carentes de emoción, pero aun así seguimos diciendo que vale la pena y que estamos ante un juego de bellísima factura.

Durante el juego utilizaremos a nuestro querido monkey, pero la gracia está en que a su vez deberemos interactuar con nuestra compañera de viaje Trip. Deberemos no solo protegerla de los cientos de enemigos a los que nos enfrentaremos, también deberemos a ayudarla a superar algún que otro obstáculo del camino. Más de una vez tendremos que llevarla a cuestas o lanzarla como si fuera un guiñapo para superar un obstáculo o surco en el suelo. Eso si mas de una vez nos servirá de gran ayuda ya que podremos arrojarla a lugares a los cuales no podríamos alcanzar o utilizarla como distracción y así superar tramos del recorrido donde nos llueven las balas. Además no solo ella será la que nos de órdenes, también podremos pedirle que se desplace de un lugar a otro a nuestra conveniencia, para que nos ayude o bien para salvarle el pellejo.

Los mecanismos de distracción son bastante simples, situarnos detrás de una cobertura y cuando necesitemos desplazarnos a otra zona solicitarle a la otra parte que distraiga al enemigo. Como lo hace, pues Trip se valdrá de todo un holograma para llamar la atención, mientras que el bueno de Monkey simplemente agitará los brazos gritando, como decimos cara y cruz de una misma moneda.