Fable III

A partir de aquí preferimos no desvelaros nada explicito en lo referente a la historia para no robaros la sorpresa, sin embargo podemos contaros que empezaremos desde la posición mas baja de la sociedad y que por medio de tutoriales progresivos, perfectamente imbuidos en la trama, conoceremos lo duro que resulta trabajar para ganar unas monedas y realizaremos misiones de dificultad ascendente. Volveremos a ver a viejos conocidos y, aquellos que hayan completado la segunda parte de la saga reconocerán algunos guiños al pasado de sus personajes. Muchos son los cambios que ha sufrido el reino de Albion con la llegada de la revolución industrial, pero su identidad como tierra de bandidos compuesta por fantásticas regiones de todo tipo y endulzada con un sarcástico humor, se mantiene desde el primer minuto de juego.

Una de las cosas que más preocuparon a Molyneux fue que la mayoría de usuarios no entendieron el sistema de menús y, por ese motivo, Fable 3 prescinde por completo de el para gestionar nuestro inventario y misiones. Al pulsar el botón de pausa nos teleportamos a un espacio formado por una sala circular, donde se encuentre el mapa del reino, rodeada de puestas que conducen a otras estancias como la armería y el vestidor entre otras. En cada una de ellas podremos acceder a todos los ítems adquiridos durante la aventura y, con la misma mecánica de juego, interactuar con ellos y equiparlos.

El control de combate no ha variado ni un ápice y conserva la rápida configuración de tres botones asociados a tres tipos de ataque: cuerpo a cuerpo, a distancia y  hechizos. En lo que si hemos notado un ligero cambio es en la densidad de animaciones especificas que acompañan los combates, creando una sensación de danza que nos recuerda ligeramente a lo visto en Batman Arkham Asylum .

En lo referente a los gráficos no se ha hecho un gran avance y se siguen dando problemas típicos de los mundos con entornos abiertos como el poping (aparición repentina de modelos en pantalla)  y la lenta carga de texturas que posiblemente se pueda evitar si instalamos el juego en el disco duro. Podríamos enumerar unos cuantos bugs gráficos pero creemos que el potencial que tiene el juego para divertir al jugador y ofrecerle una infinidad de posibilidades contrarresta con creces los defectos visuales que pueden aparecer de vez en cuando.

El doblaje, anteriormente mencionado, resulta de un acabado excelente y se reconocen voces famosas por doquier. Carlos Latre se adapta como un guante a la personalidad del personaje que interpreta (y no al contrario), nuestro mayordomo, ayudante fiel que servirá de guía en la gestión del nuevo sistema que sustituye el engorroso menú de la segunda parte. Las melodías de cuento que nos acompañan siguen la misma línea con toques mágicos que tenían las anteriores historias e incluso llegamos a reconocer una versión de Fable 2 adaptada a la ocasión.