Fast RMX

Switch
9.0
Fast RMX 10 TodoJuegos
Publicado el 04-07-2017 a las 21:28 Página 1 de 2   >>   
Autor: José Ángel "ASTURmatr" Álvarez

F-Third Party.

Shin´en Multimedia se ha ganado a pulso el estar entre las desarrolladoras indie favoritas del público nintendero. Su trayectoria en las consolas de Nintendo es larga y se remonta a 2001, dejando por el camino una larga serie de títulos de éxito como Nanostray, Jett Rocket, Nano Assault o la serie Fast, cuya última entrega acompañó a Switch en su lanzamiento y es la que traemos hoy para analizar.



Las comparaciones


Son odiosas. Lo sabemos. Y por eso vamos a evitar hacer cualquier obvia comparación con F-Zero. A pesar de que muchos usuarios vean en esta subserie de Shin’en la única opción de disfrutar de carreras espaciales a velocidades de vértigo. Lo que sí vamos a comparar es este Fast RMX con su predecesor, Fast Racing Neo, que salió para Wii U en 2015. Realmente esta nueva edición se trata de un relanzamiento del anterior al que se le han añadido los DLC y 6 pistas nuevas, además de algunas lecciones aprendidas en base a las críticas recibidas. El juego ha pasado a ser una obra completamente redonda en la que recorrer 30 pistas en 15 naves diferentes y con varios modos de juego, que se han actualizado recientemente para añadir el Time Attack.

La puesta en escena es realmente sorprendente, como suele pasar con los títulos de Shin’en. Gráficamente consigue dotar de gran realismo a los escenarios, aprovechando la máquina y ofreciendo ambientes muy trabajados con muy buen uso de las partículas, así como unos efectos ambientales y juegos de luces que dejan sin aliento. Se nota que el equipo de desarrollo no sólo ha buscado el crear unos gráficos buenos, sino que han buscado el espectáculo, destacando los niveles de lluvias torrenciales sobre cualquier otro.

Cuando la velocidad baja, y especialmente si se juega en pantallas grandes, sí que se notan ciertos jaggies que no resultan agradables, aunque desaparecen (no sé si por el movimiento o porque uno se concentra mucho en la acción) en cuanto las naves se ponen en marcha, lo que no le quita al juego la buena impresión general que causa. La música acompaña y entra como un guante en cada uno de los niveles, incluso si no es tu tipo de música. Un juego de velocidad como éste pedía a gritos algo cañero que te metiera el ritmo en las venas, haciéndote sentir que realmente te encuentras a los mandos de la nave.


Y sin VR

Y en los mandos de la nave estarás. Su control es tan suave que necesitarás medir cada movimiento para no hacer un trazado más brusco de lo que te gustaría. A ello hay que sumarle la opción de hacer un desplazamiento lateral sin virar, todo con los gatillos. Es una opción muy útil para movernos en línea recta sin cambiar la dirección del vehículo a la hora de hacer una curva algo más cerrada, coger una pista de aceleración o recargar el turbo con las esferas que hay repartidas por el escenario. Es un movimiento al que muchos no estarán acostumbrados y requiere aprendizaje (además de acordarse de que está ahí), pero le da un nuevo enfoque a la conducción. En definitiva, se trata de un control casi perfecto en el que nunca nos pondrá en aprietos, siendo nosotros mismos dueños de nuestros actos incluso cuando la nave se encuentra en el aire, lo que nos permite ajustar perfectamente el aterrizaje. 


Caratula

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