Dragon Quest: Heroes II

Un Musou bendecido por la diosa.

Continuando con la celebración del 30 aniversario de la franquicia Dragon Quest, aparece la segunda parte del spin-off Heroes, una versión muy interesante de los Musous de Omega-force, pero esta vez, con más Dragon Quest y menos Samurai Warriors.

Si bien Dragon Quest es una franquicia relativamente desconocida en el mundo occidental, Dragon Quest es indudablemente una de las mayores franquicias del mundo de los videojuegos en Japón, con más de 35 millones de títulos vendidos. Hace dos años, Omega-Force, creadores de la saga Warriors, también conocida como Musou, trajo al mundo una curiosa fusión entre el mundo del título de Enix y el estilo de juego de la compañía de Tecmo. Hoy nos encontramos con su segunda parte, la cual promete continuar con el éxito de su predecesor, a la vez que soluciona alguno de sus mayores problemas. ¿Conseguirá esta secuela ser lo suficientemente atractiva para el jugón medio?

Dad un paso adelante, oh bendecidos por la diosa...

"Cuando en el mundo estalle la guerra y el sol borre del cielo un fiero dragón, volverán al mundo dos almas gemelas... Pero hasta que la sangre empape la tierra, ni estos dos monarcas de buen corazón traerán a los reinos la paz que anhelan."

Esta es la profecía con la que comienza Dragon Quest Heroes II, un título que nos pondrá a los mandos de Lázaro y Teresa, dos jóvenes dunecinos, primos entre sí y estudiantes de las artes de la guerra, que por los azares del destino se verán envueltos en el ataque repentino a Botavara por parte de su país de origen. Un ataque repentino y sin precedentes en un mundo en el que ha reinado la paz durante más de mil años. Temerosos de la profecía, y siempre con la mejor intención en sus corazones, se unirán a Desdémona, la Doncella, para investigar los motivos que oculta el príncipe César, amigo de la infancia del dúo protagonista, y así evitar una catástrofe mayor.

Realmente... la historia no da mucho de sí. Y mucho más si tenemos en cuenta que Dragon Quest Heroes II es, en el fondo, un cross-over de otros Dragon Quest. Se agradece la ambientación propia, el mundo que gira alrededor de siete reinos, cada uno con sus propias gentes, acentos y ambientes, y la conspiración que sirve de motor para el juego es entretenida, pero no es su principal característica. Y es que, como ya sabrán los jugones que hayan jugado a títulos como Samurai Warriors, o una de sus muchas y recientes versiones, a los Musou se viene a darnos de leches. Grandes, pequeñas, en solitario y en familia, para jóvenes y para viejos, tendremos golpes para todos. Si bien, irónicamente, este Dragon Quest Heroes II tiene mucho más de la saga de Enix, que de la de Omega-force.