Ven bicho que te aniquilo.

Muchos pequeños estudios están aprovechando el tirón de sacar sus títulos en las consolas de nueva generación tras llevar años disponibles en PC, sobre todo gracias al apoyo recibido siempre por Steam. Crimsonland, desarrollado por 10tons, es uno de esos juegos que vió la luz allá por el 2003 en esta plataforma, y más de diez años después ha llegado a Windows, Mac, Xbox One, PlayStation 4 e iOS mejorando levemente, pero siendo ese shooter con toques RPG.

A la eliminación de hordas de bichos

La mecánica es muy sencilla, habiendo sido utilizada en más ocasiones. El manejo es tan simple que sólo necesitamos los stick, con uno desplazamos al muñero y con el otro hacia donde queremos disparar. Comenzamos con una pistola, e inmediatamente van apareciendo nuevas armas. Los primeros niveles habrá poca variedad, pero según avanzamos vamos desbloqueando una mayor variedad, de todo tipo, incluyendo algunas más especiales. Pero a la hora de salir en pantalla es algo completamente aleatorio. También habrá "perks" que son una ayuda para nuestro personaje como mayor resistencia en daños, nuestros disparos más letales o movilidad aumentada entre otros. Al igual que antes, para conseguir más deberemos de superar la campaña principal. En cuanto a los enemigos hay una buena variedad, y un detalle que se ha tenido en cuenta, que algunos con más vulnerables a cierto tipo de armas, de este modo, cuando nos enfrentemos a ellos, habrá que tener en cuenta qué debemos usar para acabar antes con ellos, evitando que se llene el escenario y acaben con nosotros. Los jefes finales no podían faltar, y hay unos cuántos, pero éstos mejor descubrirlos por uno mismo.

Los jugadores dispondrán de varios modos de juego. El primero de ellos será el principal como si de una historia se tratase, aunque tampoco aporta nada argumentalmente. Estará separada en diferentes misiones, haciendo un total de sesenta repartidas en varios niveles. Según progresemos en éstas desbloquearemos nuevos modos de supervivencia que nos harán disfrutar del título de otra manera. Además una vez superada la historia, podremos rejugarla con mayor dificultad, eso se traduce a menos vida, más enemigos con más potencia de daño. Respecto al resto que acabamos de mencionar, no sólo habrá que sobrevivir, sino que lo haremos diferente. En todos ellos habrá que intentar aguantar el mayor tiempo posible u obtener los máximos puntos posibles, pero utilizando sólo perks, o armas de un sólo uso. Por último, las modalidades multijugador son nulas, y es una lástima, porque esta clase de juegos siempre divierten más en compañía.

Apartado Técnico

Crimsonland precisamente no destaca por este apartado. A nivel gráfico es muy sencillo, con escenarios vacíos y diferentes enemigos que más o menos pueden diferenciarse de qué se tratan, como sucede con las armas para saber si queremos cogerla o no. Lo mismo ocurre con el sonido, efectos para más o menos cumplir su cometido y una banda sonora sencilla y escueta, con poca variedad. Cierto es que después de tanto tiempo de su creación, podrían haber intentado aportar algo más, mejorándolo con creces, pero parece que han ido al trabajo fácil de adapción y listo.

Conclusión

10tons hace títulos bastante entretenidos. Aunque el concepto que nos propone ya se ha visto en otra serie de títulos, han conseguido hacer un buen trabajo. Además han sabido aprovechar desde que salió el título por primera vez e ir adaptándolo a las nuevas generaciones de consolas. Crimsonland no apartará buenos ratos matando diferentes enemigos ante un juego que no destaca principalmente en sus aspectos más técnicos pero es realmente adictivo. Eso sí, hubiera ganado unos enteros de poderlo disfrutar con algún amigo, de manera local y online.

Puntuaciones

Gráficos: 4.0

Sonido: 4.0

Jugabilidad: 7.5

Duración: 7.0

Multijugador: 0.0

Historia: 5.0

TOTAL: 5.5