Durante el comienzo de la actual generación, el estudio polaco Techland presentó un vídeo de un videojuego muy ambicioso, en un pequeño teaser tráiler de apenas minuto y medio de duración, que mostraba una paradisiaca isla tropical que se encontraba completamente infestada de zombis. Desde aquel día del año 2006, la información relativo al título había sido prácticamente nula, llegando incluso a afirmarse que los responsables de la franquicia Call of Juarez habían abandonado el proyecto. Con una mayor presencia desde el presente año, sus propios creadores mostraron un nuevo tráiler en el festival de Cannes, que incluso llegó a ser galardonado con diferentes premios de la crítica asistente.
Sin embargo y pese a la calidad del tráiler en cuanto a trama y presentación, Techland quizo asegurar desde un principio que el juego no iba en ese camino, sino que más bien los jugadores se encontrarían con un mundo abierto en el que la regla más importante es una: sobrevivir. En este cometido también entran los demás aldeanos de la propia isla y los propios turistas que sobreviven como pueden a este caos, con un desarrollo bien claro. Como se puede observar, no estamos ante un juego más de disparos, pues aunque el juego se desarrolle en primera persona, casi todas las armas con las que contaremos en el título y que detallaremos más adelante son blancas, con el fin de defendernos de los muertos vivientes a base de golpes. Así la isla de Banoi nos abre sus puertas para disfrutar de unas vacaciones que nunca olvidaremos…
Apartado Técnico
Lo primero que llama la atención una vez comencemos el título serán sus grandes efectos de iluminación, probablemente el segmento más destacado de este apartado. Disfrutaremos de una gran calidad tanto en los escenarios interiores como los exteriores, que son los que se llevan la palma en este apartado. La iluminación de la isla a plena luz del día es uno de los elementos gráficos más impactantes que hemos visto en la actual generación. Lástima que uno de estos buenos detalles se vea lastrado por algunos aspectos del escenario, como algunas texturas simplonas, aunque en general los escenarios cumplen con su cometido salvo esos pequeños detalles en los que podemos distraernos si nos fijamos bien. Si bien, hay que añadir que la recreación de los componentes del escenario cumple muy bien su papel, ya sean unas simples butacas en la playa o las palmeras de la isla moviéndose con la brisa del viento, además de diferentes cambios climáticos que aportan cierta variedad según la zona en la que nos encontremos.
En cuanto a los personajes, encontramos demasiadas luces y sombras. Por una parte están los que realmente son los protagonistas del título, los zombis, que se comportan como tal. Sus animaciones son un logro del juego, prácticamente es como tener a un muerto viviente delante, además de lucir perfectamente recreados. Además, no sufren el mal de otros juegos, en el que nuestros enemigos se repiten sin cesar, aquí cada zombi es único y podríamos afirmar que en toda la partida solo encontramos tres o cuatro con las mismas similitudes. En el aspecto negativo encontramos a los personajes principales y secundarios, pues empezando por los primeros cuentan con unas animaciones completamente robóticas, que quedan completamente en evidencia cuando estemos inmersos en el modo cooperativo del título. Por otro lado, los personajes secundarios también han sido algo descuidados, sobre todo en lo referente a sus caras, pues prácticamente no hay ninguna emoción en ellas y desentonan bastante con la sincronización labial entre voz y movimiento, aunque solo en contadas ocasiones.
Por último, habría que remarcar los molestos efectos de ralentizaciones y tearing que sufre el título. Empezando por el primero, pues aunque el juego admite una gran cantidad de zombis en pantalla, en determinadas ocasiones y dependiendo del escenario en el que nos encontremos, las ralentizaciones se dan en ciertos momentos, siendo esto un gran problema en las partidas online, lo que único al pequeño lag que podemos encontrar hace la experiencia más difícil de disfrutar. Por supuesto, las ralentizaciones don pequeños sucesos aislados, pero cuando se dan, afectan demasiado a la parte jugable del mismo. En el caso del tearing, el molesto efecto que “parte” la pantalla, se suele dar en su mayor parte en los escenarios cerrados del título, un gran problema a la hora de realizar un giro normal para saber que tenemos detrás. En el aspecto positivo si podríamos remarcar la física de la sangre, de las más realistas que hemos visto, pues sale de forma totalmente real de sus extremidades, encharcando y manchando el suelo y paredes.
