Ahora sabrás lo que siente el gran tiburón blanco cuando ataca a su presa. THQ lanza en España Tiburón, el primer videojuego de la oscarizada pelÃcula de Steven Spielberg. Cambia de perspectiva, deja de sentir miedo al meterte en el agua y conviértete en el mayor depredador del océano. Observa a tus vÃctimas, nada alrededor de ellas antes de atacarlas. Estarás ansioso por ver en la superficie una tabla de surf, una colchoneta hinchable y unos pies chapoteando.
Al igual que en la pelÃcula, el videojuego Tiburón nos ubica en el pueblo de la Isla de Amity. El aumento de la población, la actividad industrial y la llegada del verano han atraÃdo al gran tiburón a la costa. Es el momento de que los jugadores tomen el control de la criatura más fiera del océano. El magnate de una importante compañÃa de la isla perdió a su hijo por el ataque de un tiburón y ha contratado a Cruz Ruddock, un mercenario y prestigioso cazador de tiburones. Ambos están dispuestos a acabar contigo. Pero no son tus únicos enemigos. Un biólogo marino llamado Michael Brody intenta capturarte para realizar experimentos cientÃficos contigo.
Mientras intentan darte caza, tendrás que sembrar el terror con ataques submarinos. A lo largo de más de diez ambientes destructivos, podrás causar daños en tiempo real a enemigos inteligentes, vehÃculos marÃtimos y estructuras sumergidas en el mar. Incluso, tu apetito insaciable te llevará a devorar delfines y otros seres del océano. Mientras seleccionas a tus vÃctimas, volverás a escuchar las canciones de la pelÃcula, una banda sonora por la cual "Tiburón" ganó el Oscar en 1975. El agua se teñirá de rojo, mientras la perfeccionada fÃsica de los desmembramientos proporcionará un gran realismo, gracias a los múltiples puntos de desconexión.
La dentadura de "Tiburón" rompió todos los records de taquilla en su tiempo, siendo la primera pelÃcula en superar los 100 millones de dólares de recaudación. El impacto de las imágenes rodadas por Spielberg se ha mantenido a lo largo de décadas. Ahora, el videojuego Tiburón trae de nuevo el horror de ser presa de un tiburón blanco.