Mi relación con Xbox data de cuando Xbox Original llegó a mi casa para unirse a Nintendo Game Cube. Desde entonces y poco a poco se ha ido creando una relación sólida. Posteriormente su sucesora, Xbox 360, también estuvo un tiempo acompañada por Wii, pero aquí la compañía japonesa fue perdiendo enteros por diferentes motivos y opté por la máquina de Microsoft. Por supuesto, viendo como ese vínculo se ha fortalecido Xbox One iba a estar desde el primer día en casa para forma parte de la familia videojueguil.
Xbox One la tenía reservada en varios sitios desde el primer momento que podía hacerse. Principalmente para ver cual era el precio y pack más competitivo, al final “no fui tonto” y adquirí la máquina edición Day One, junto a FIFA 14 y un mando adicional a un coste inferior al precio recomendado, sin duda todo un chollo. Una vez en casa, estaba claro que iba a estar instalada en el salón, pantalla LG Smart TV 3D y Home Cinema son motivos suficientes. Y aunque de tamaño es un poco grande, con un pequeño puzle logré si colocación. Uno de los detalles que más me ha gustado es lo silenciosa que puede llegar a ser, incluso cuando tiene un disco en el lector, y al contrario que Xbox 360 que parecía que se preparaba para despegar, “Juanilla” apenas hace ruido. Eso sí, si dejamos la opción de inicio rápido, el ventilador de la fuente de alimentación se quedará conectado y puede que sobre todo por las noches nos moleste un poco, no suena mucho, pero se puede llegar a notar.
Llegó el momento de la arrancada inicial y su primera actualización de unos 500 MB. Una vez completado fue hora de ponerse manos a la obra. Lo primero de todo fue indagar más en profundidad todos los menús y configuraciones. El dashboard es una evolución al que tenemos en Xbox 360 sólo que más “light” por la falta de contenidos. De hecho veremos el inicio y dos pestañas más. Una de ellas será la tienda, en esta hay varias subcategorias pero aún así un poco desordenadas. El número de aplicaciones me parece bastante bajo teniendo en cuenta el número que hay en 360. Eso sí el número de juegos es prácticamente todo el catalogo inicial de la consola, aunque a un precio abusivo teniendo en cuenta que es contenido digital donde se ahorran caja, instrucciones y distribución. También me ha parece mal que no haya ningún tipo de demo, porque no todo el mundo puede comprarse todos los juegos de lanzamiento pero sí les gustaría probarlos, podrían haber añadido las que hemos visto días atrás en diferentes eventos que ha hecho la compañía.
Hay pequeños detalles presentes en la antecesora que aún en Xbox One no están, algo un tanto ilógico porque no deja de ser una “actualización”. Entre ellos por ejemplo nos encontramos el no poder compartir un logro o juego completado en las redes sociales. Al obtener un logro en lugar de abrir una pequeña pantalla para ver la información te deriva al aparatado general de los mismos (aunque lo hace rápido). Al pulsar el botón guía no sabes cuánta batería al mando. No tienes acceso al disco duro de la máquina para gestionar si te apetece el contenido en él tanto de los juegos instalados o partidas guardadas. Además de cambiar el color de los logros a la hora de conseguirlos según el jugador que esté jugando, ya podrían haber modificado el sonido ya que para cualquier notificación que nos sale será el mismo, un detalle que los jugadores llevan pidiendo mucho tiempo, no les cuesta nada hacerlo pero nada. El concepto en general está genial, con las acciones en segundo plano, menús rápido, pero con muchas cosas que aún están sin acabar.
Mención no podía faltar al mando. Si el anterior ya se consideraba uno de los mejores controladores hechos hasta la fecha, las pequeñas modificaciones que ha sufrido en Xbox One han sido para que lo fuera aún más. A muchos no les ha gustado que fuera más pequeño pero con la forma un poco más curvada se adapta mejor. Los stick parece que sujetan mucho mejor con la membrana y eso sí, a la mínima que lo mueves ya reacciona. Pero sin duda los gatillos son brutales, se acoplan bien a todo el dedo haciendo que este se canse menos y cuando vibran en un juego transmite esa sensación aún más cercana de lo que sucede en pantalla. Los botones LB y RB con un poco más de “click”, mejor porque cuando se caída el mando de Xbox 360 solían romperse, ahora son más duros y parece que resistente, todo es cosa de acostumbrarse. Como algún punto negativo es la utilización de pilas, si quieres batería pasa por caja, que al menos una debería ir incluida. Otra es que ya no tiene anillo alrededor del botón guía y no ayuda para saber el jugador que tiene asignado cada mando.
