Shape Up

Hacer ejercicio y divertirnos en la nueva generación.

Desde que apareció Kinect en Xbox 360, la francesa Ubisoft ha sido una de las compañías más activa con este periférico. Tras la llegada de la nueva generación de Xbox One ellos estuvieron presentes en su lanzamiento con dos títulos y desde entonces han seguido mostrando su apoyo. Esta vez con un juego habitual, de fitness, para intentar mantener a los jugadores en forma. Pero en esta ocasión lo han hecho un poco diferente para que sea más dinámico y divertido, no sólo un programa de entrenamiento aburrido y monótono. Vamos a describir si sirve realmente.

Un, dos, arriba, abajo

Nada más entrar en Shape Up tenemos dos opciones principales de juego. El primero de ellos se puede considerar el principal, un pequeño modo historia que está repartido en un programa de entrenamiento de cuatro semanas, aunque se puede completar antes. Hay dos tipos uno más enfocado a la musculación y otro a la resistencia. Ahí deberemos de entrenar un total de tres veces a la semana, teniendo un cuarto día que es un enfrentamiento contra un "jefe" que es el experto de ese modo al que hay que vencer en un ejercicio determinado. Para ir superando cada sesión de ejercicio, deberemos de realizar un total de seis pruebas que nos llevarán unos 15 minutos aproximadamente. Haciendo esto acumularemos punto llamados "rayos" que se irán sumando para alcanzar un objetivo semanal. Es una buena manera de motivarnos al mismo tiempo que nos divertimos.

Por otro lado, la otra opción que disponemos es jugar todos estos minijuegos de manera individual. Eso sí, en un principio puede parecer que hay mucha variedad pero desgraciadamente no es así. Pero sí que se pueden entrenar prácticamente todos los grupos musculares, habrá que realizar golpes, abdominales, sentadillas, saltos, flexiones y otra serie de movimientos para activar todo nuestro cuerpo. Si de alguno no tenemos mucha idea, antes que comience habrá un tutorial muy correcto para evitar malas posturas y en consecuencia lesiones. Un apartado que no ha gustado nada es que en el menú principal vemos la opción de nuevos programas de entrenamiento que llegarán próximamente, esto quiere decir que para aumentar la experiencia de juego y sacarle mayor partido tendrás que pasar por caja, algo habitual ya en la compañía y generación.

Disponemos de un modo multijugador de manera presencial u online. Si queremos podemos competir contra otro jugador en cualquier minijuego, pero como es habitual en estos caso el espacio que necesitaremos será grande no vaya a ser que tengamos un accidente. Mientras que haciéndolo de la manera virtual puede resultar más cómodo, tendremos que jugar y enviárselo a un contacto de nuestra lista de amigos como un desafío, cuando lo acepte veremos si es capaz de superarnos o no. Por último no podemos obviar que los primeros días de su lanzamiento el título tuvo diferentes bugs que se han ido solucionando progresivamente con los ya habituales parches, eso sí, si juegas sin conexión en donde no se pueda actualizar por desgracia los sufrirás. Además en más de una ocasión la lectura corporal no será correcta y no detectará debidamente los movimientos esto puede jugar a nuestro favor o en contra.

Apartado técnico

Técnicamente el título no es que sea una maravilla, es básico pero funcional. Veremos diferentes escenarios en cada una de las pruebas que juguemos ya sean minijuegos o desafíos más largos. Muy coloristas, con referencias al mundo de los 8 bits pero al mismo tiempo simples y poco trabajados. Que esto se hiciera en su predecesora tiene un pase, pero en Xbox One no. Con el sonido sucede algo similar, aunque Shape Up está íntegramente localizado al castellano y con buenos actores de doblaje aunque en ocasiones no van acorde de lo que vemos en pantall. El resto del entorno musical es de tránsito, es decir, melodías justitas sólo para acompañar, eso sí, algunos temas conocidos, y efectos de sonido normales y retro para darle algo de variedad, ya está.