Super Monkey Ball: Banana Blitz

Apartado técnico
Los gráficos poco han evolucionado. Siguen siendo sencillos y muy coloridos. Los mundos están ambientados en diferentes climas, podemos estar en la selva tropical o de repente en el polo norte, con pista resbaladizas de hielo. Los fondos de cada mundo son el mismo durante su duración, lo único que varía son los puzzles, pero éstos no dejan de estar relacionados, al igual que los jefes finales. Los simios estar mejor definidos que entregas anteriores. En líneas generales las texturas del juego corren suavemente, sin ningún tipo de renderización o similares, pero sin duda podrían haber intentando trabajarlos un poco más en profundidad.

El sonido tampoco el algo que despunte. Melodías acompañando la temática del escenario, al igual que en lo videojuegos. Aunque tampoco podemos esperar una banda sonora de cine porque simplemente no es el juego ideal para implementarla. Los efectos sonoros los gustos, los saltos, golpes contra objetos, rebotadores, los monos expresando sus sentimientos (alegría, enfado…). A la hora de desplazarnos por los menús, seleccionar algunas opciones, avisarnos de que nos queda poco tiempo para llegar a meta, como la cuenta atrás, habrá una voz (como un locutor) que nos lo irá diciendo, eso sí, en perfecto castellano.

La jugabilidad y duración del juego son los puntos fuertes. Tendremos más de noventa fases, divididas en diferentes mundos. Cada mundo contará con ocho puzzles diferentes, más una pantalla de bonificación y otra del jefe de nivel. Para los hábiles el juego les durará menos tiempo, pero siempre tendrán la opción de rejugarlo e intentar batir sus récords. Aunque si eres de esas personas que te gusta pasarlo bien con tus familiares y amigos, sacarás mucho partido al título, ya que contará con un total de cincuenta minijuegos distintos.

Está claro que las horas de diversión están garantizadas, pero el juego a pesar de contener todo eso, a lo más veteranos, los que han disfrutado de entregas anteriores y tenga dominado el control de los monos y sepan trucos de cómo manejarlos. Las noventa fases se le pueden quedar cortas, por lo que no hubiera estado nada mal que Sega hubiera ampliado algo más dicho número.

El control es buenísimo, no podernos quejarnos en absoluto de él. Sega hecho un gran trabajo. Es coger el control de Wii y guiar al mono, como si las plataformas las tuvieras en tus manos. Para que el mono avance inclinaremos el mando hacia delante, para frenarlo lo contrario. Inclinaremos izquierda o derecha con giro de muñeca para que la plataforma también lo haga. Al principio seguramente nos cueste un poco pillarle el punto, el mono irá para todos los lugares aunque no lo queramos, pero tranquilo, cuando le tengamos dominado, no habrá ninguna pantalla ni monstruo que se nos resista.