Con los últimos retazos de contenido adicional prácticamente en la calle, ha llegado el momento de hacer un repaso a este juego que nos llegó a finales de 2014 en unas semanas convulsas entre Bayonetta y Super Smash Bros. Además el grandioso Tingle ya está aquí y no podemos dejarlo pasar por alto. Gran año para el cuarentón que quería ser hada.
Hyrule Warriors fue presentado en un Nintendo Direct y pasó un poco sin pena ni gloria. Con el recuerdo de Link’s Crossbow Training aún latente, un nuevo spin-off de la saga no sonaba del todo prometedor. Pero a medida que esta mezcla de musou y Zelda iba tomando cuerpo, comenzó a generar expectativas entre los jugadores de la Gran N. Iwata y sus Nintendo Direct saben cómo venderte un juego. Y lo cierto es que Tecmo Koei ha hecho un gran trabajo (para mi gusto mucho más redondo que el resto de juegos musou) y eso se ha visto recompensado en ventas, siendo uno de sus juegos más vendidos. Pero ¿realmente es Hyrule Warriors un juego imprescindible? Plan de guerra
Como buen Musou, o te engancha o lo odias. Dista mucho de un juego de rol a la antigua usanza o si quiera de una Action-RPG como los habituales The Legend of Zelda. Se trata de grandes batallas entre dos o tres ejércitos gigantes con miles de combatientes en el terreno. Derrotar a los enemigos más básicos es mero trámite, a pesar de que a nuestros aliados les costará resistir sus embestidas. Compañeros y bastiones se encuentran repartidos por el mapa y ayudarán a frenar el avance de las fuerzas enemigas, pero seremos nosotros quien tengamos la última palabra. Ello nos obligará a recorrer continuamente el campo de batalla de un lado a otro para reforzar las partes más débiles de nuestro ejército.
Diversos puntos de guardia repartidos por el escenario nos permitirán frenar su avance y poner guardia que nos avise de la llegada de nuevas tropas, ofreciendo un componente estratégico vital en los niveles más avanzados. También cuenta con la presencia de jefes y monstruos finales que nos pondrán contra las cuerdas en más de una ocasión ya que en estos casos debemos hacer uso de determinados objetos o de ataques especiales que serán más efectivos que los normales.
La implementación de elementos característicos de la saga Zelda va más allá de los escenarios y personajes del universo creado Miyamoto y Aonuma. Se han introducido armas clásicas como las bombas, el bumerang, la garra o el arco que tendrán efectos diferentes en los enemigos y nos permitirán acceder a nuevas zonas de los escenarios. La forma en la que se presenta el uso de las bombas en el primer nivel marca un claro distanciamiento en cuanto a la tónica general de otros juegos del género Musou, pero esa integración de las claves la saga Zelda se va diluyendo con el paso de los niveles y sólo recupera algo de su esencia cuando desbloqueamos la garra. Por supuesto que el resto de accesorios tienen sus funciones propias, pero son la bomba (que destruye rocas) y la garra (con la que nos colgamos de salientes o derrotamos dragones) los que poseen una funcionalidad bien marcada.