Ice Cream Surfer nace como un homenaje un tanto cachondo a todos aquellos shooters laterales que hacían las delicias de todos los jugadores de arcade en los 90. Este juego para la eShop de Wii U está basado en un comic online del mismo título y nos ofrece una versión menos seria de aquellos clásicos de disparos. Aquí manejamos a un equipo de helados en una encarnizada lucha contra otras opciones de comida mucho más sanas (aunque también hacen acto de aparición otros series no comestibles, no sabemos por qué, no hemos leído el cómic), todo ello con un toque gráfico de baja definición, pixelado y de movimientos toscos. La premisa es buena, pero hace falta algo más que un falso cutrerío para recrear los juegos de antaño.
A nivel jugable se queda corto, salvo algún que otro art conceptual desbloqueable que no ofrece motivación excesiva. En primer lugar por su escasa duración que se reduce a un puñado de niveles (seis) que no gozan de elevada dificultad. Y en segundo lugar porque la única dificultad del juego radica en lo mal que se plasma la acción en pantalla. Es todo muy confuso, sin poder saber qué partes del escenario son mortales y cuáles no. Varias partidas después nos dimos cuenta de que no hay partes sensibles en lo que sale por pantalla, podremos volar por encima de cualquier elemento del escenario sin que esto suponga ningún tipo de penalización. Los únicos que nos harán daño serán los enemigos y sus disparos, que no consiguen diferenciarse en modo alguno del escenario en los momentos de mayor caos, lo que no resulta intuitivo para el jugador.
Quizás los únicos momentos en que las cosas se ponen algo interesantes es en las luchas contra los jefes finales, donde tendremos que encontrar dos cosas clave: el punto débil del enemigo y la zona muerta de la pantalla donde nunca conseguirán hacernos daño. Conocidos estos dos puntos las batallas dejarán de tener excesiva complejidad. Y, en caso de morir en estas luchas, perderemos todos los powerups que hayamos conseguido, pero reanudaremos la partida en la misma batalla, sin obligarnos a rehacer la pantalla al completo. La ausencia de auto disparo también es un error, nunca ha sido cómodo tener que pulsar continuamente el botón de disparo. Si se ha obviado para aumentar la dificultad, no ha sido ése el resultado.
Con todo esto cuesta ver en Ice Cream Surfer un producto que sea indispensable para los amantes del género. Sí que es cierto que es un tipo de juegos que escasea hoy en día y que quizás ofrezca algunos ratos de diversión a alguien que busque algo desenfadado y poco exquisito.
