Los marines caen presa de una burbuja de ácido que terminó estallando.
Con seis años de desarrollo mínimo a sus espaldas y la unión de dos grandes del sector como Sega y Gearbox Software, lo que esperábamos todos desde el mismo día que se anunció el título en el año 2006 era un título que estuviera a la altura de la saga de películas que encandilaron al mundo desde finales de los años 70. Desde aquel anuncio, la información llegaba a cuentagotas, en pequeñas dosis y con tiempos de espera que llegaban al año sin saber nada sobre el título, como si este hubiera estado cancelado y no se hubiera hecho oficial. Sin embargo, como los mejores artistas realizan con sus mejores obras, es mejor no desvelar nada hasta dar una sorpresa final que encandile al público, algo que es mejor aclarar ya que no ha sucedido con este título, aunque las razones las desvelaremos más adelante.
El argumento del juego nos sitúa en una época posterior a la de la primera película de la saga pero casi con sus mismos protagonistas, los Aliens, el planeta LV-426 y la USS Sulaco, nave que ha vuelto al planeta aunque no se conocen los motivos de este suceso. Así una transmisión de auxilio llega a la USS Sephora, de la cual nosotros manejaremos al protagonista de esta nueva entrega, el soldado Winter, que junto a diferentes miembros de su batallón deberá investigar el mensaje de ayuda de la Sulaco, algo que acabará como ya imagináis a estas alturas, siendo una mala idea, pues la nave se encuentra totalmente infestada de las famosas criaturas que nos aterrorizaron en su día. Así comienza Aliens: Colonial Marines, con nuestro soldado llegando a la Sulaco, una tumba viviente.
Y así da comienzo esta pesadilla…
Apartado Técnico
Si empezáramos hablando de las virtudes de Aliens: Colonial Marines en cuanto al apartado gráfico, es que este muestra una estética muy fiel a la vista en la saga protagonizada por la teniente Ripley, desde los trajes y la ambientación que rodea todo, incluido los escenarios, harán las delicias de los fans en este apartado. Lamentablemente, es lo único positivo que podemos sacar en claro de un juego, que técnicamente, parece un título de hace ya 6 años, más o menos el principio de la generación. Y es que usar el potente Unreal Engine 3 que tan buenos resultados ha dado en otros títulos ni siquiera ha salvado de la quema a un juego “cutre” en este apartado.
Empezando por que lo mostrado en la versión final no llega ni de lejos a la demo técnica que en su día mostró Gearbox, de la cual ha desaparecido todo lo que destacaba y que iba a situar al título como un auténtico referente de final de la generación. Si tenemos en cuenta las texturas del mismo y la capacidad gráfica que maneja el juego, sería hasta aceptable si estuviéramos hablando de un juego de mundo abierto, pero no es el caso del mismo, con pasillos completamente lineales en un 90% del mismo, lo que nos deja con texturas pobres, material irrompible en los escenarios e incluso efecto de niebla en los pocos escenarios abiertos para no someter al juego a carga poligonal constantemente. Y lo peor es que técnicamente nunca termina de funcionar correctamente, con constantes caídas de FPS.
Peor es el apartado referente a los personajes, tanto humanos como Aliens, con animaciones completamente ortopédicas y defectos gráficos que afean la presentación del título. Los aliens, por ejemplo, se mueven con una inteligencia artificial horrible y pese a que están bien recreados, pecan de contar con unas animaciones horrorosas. Tanto, que notaremos como desaparecen y atraviesan todo material de los escenarios con constantes momentos de clipping por todas partes. Y no se salvan los marines, con una carga poligonal que deja bastante que desear y unas animaciones que nos hacen pensar sin son androides. Resumiendo, sería un gran apartado gráfico si estuviéramos en el comienzo de la generación, pero lamentablemente, ese no es el caso.