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Rikimaru y Ayame hacen su primera parada en Nintendo DS, el uso de las armas samuráis y los ataques estratégicos y sigilosos vuelven a ser los protagonistas, eso y por supuesto una tropa enorme de bandidos dispuestos a frustrar nuestras intenciones.
Hace varios años llegaron a PSX dos nuevos héroes, utilizando el motor gráfico del exitoso Tomb Raider Tenchu nos metía en la piel de dos Ninjas (Rikimaru y Ayame) que vivían bajo las siniestras fuerzas que dominaban en secreto el Japón feudal, y donde a base de armas tradicionales, técnicas de sigilo y ocultación y de la liberación de sus oprimidas almas brindaron un atractivo título para PSX en el que debíamos recorrer ciudades y palacios medievales para hacer valer nuestro honor de acero. El juego tuvo muy buena aceptación y, aunque no llegó a consolidarse a niveles de “Musthave”, si que consiguió atraer a numerosos seguidores del fenómeno Manga/Anime debido a su ineludible hálito oriental y a su historia de venganza y liberación.
Después de haber desfilado por casi la totalidad de las consolas le llega la hora a nuestra querida Dual Screen. Lo primero que percibimos es un cambio en la cámara a la que estamos habituados y de las tres dimensiones, cosa que choca ya que DS tiene potencia de sobra como para alcanzar el resultado gráfico del mítico Tenchu de PSX, pero no caeremos en el critiqueo fácil solo por estos tópicos que tanto infravaloran a veces a juegos de esta consola, hablaremos de ello cuando llegue el momento.
De lo primero que debemos hablar es de su argumento, no hace falta que os digamos que volvemos a encontrarnos en el Japón medieval, que las luchas entre bandidos y samuráis no cesan y que controlaremos a los dos personajes clásicos de la saga según nos apetezca. La princesa Shizu y su aldea ha sido atacada por un enorme clan de bandidos que han diezmado la población y que pretenden extenderse por cada rincón de sus tierras, es ahí cuando un mensaje de ayuda de la princesa alerta a nuestros Ninjas para que se pongan manos a la obra y vayan apagando los focos de la rebeldía.
Durante el juego la princesa nos irá dando directrices y veremos como va avanzando la ofensiva del clan enemigo en videos que saltarán después de algunas misiones (cometido principal del juego). Su argumento es sólido y está bien cuidado aunque a veces nos dará la sensación de estar realizando misiones que no acaban de tener una conexión cerrada con el hilo argumental, por supuesto conforme vayamos avanzando todo irá tornando más dramático y los enemigos y sus invasiones dejarán de ser aislados ataques de bandidos para estar protagonizados por enemigos de mayor envergadura, vamos lo que la naturaleza del juego pide.
Básicamente nuestra misión rondará siempre el objetivo de acabar con todos los bandidos que encontremos en la fase, unas veces será una limpieza literal y en otras tendremos que evitar que los enemigos lleguen a cierto punto o hacer fracasar alguna de sus malintencionadas misiones, todo ello vendrá metido en el contexto que ha avalado siempre a la saga, ese es el del sigilo y la cautela, y es que de nuevo este Tenchu otorga más importancia a que acabemos con nuestros rivales de una manera sutil y sin ser descubiertos que a la propia lucha cuerpo a cuerpo (que por supuesto también cobra importancia llegado el momento). Aunque dispondremos de opciones extras como la compra y configuración de armamentos o la existencia de un canal Wifi para el juego, todo estará centrado en las misiones, explicaremos su puesta en escena de una manera detallada más adelante ya que merece especial mención.
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