A pesar de ser algo vital en nuestras aventuras por Hyrule, no parece que nadie se tome en serio el hecho de cortar hierba para conseguir objetos. Así que, puestos a tomárnoslo a broma, en Nnooo han decidido crear su propio juego de siega. Y lo hacen con todo el humor que una parodia puede tener.
Hierba
El juego no deja claro si el trompetista está borracho o se ha puesto así de tanta hierba. Pero desde que en la pantalla de inicio uno de los músicos de la banda muestras claros signos de embriaguez, uno se da cuenta de que no puede tomarse esta aventura demasiado en serio. El juego consta de 50 niveles (más 10 extra) en los que nuestra única misión será cortar la hierba que, debido a las guerras contra el mal, ha sido desatendida últimamente. Así que deberemos de cumplir nuestra tarea evitando a los enemigos y evitando también caer en las peleas que se suceden en el campo.
Los controles son muy sencillos e iremos descubriendo algún truquillo a medida que avancemos. Por ejemplo aprenderemos a correr con los gatillos o a hacer ataques circulares que nos permitirán recortar tiempo. Será vital conseguir buenas marcas ya que de ello dependerá nuestra puntuación final. La mecánica es extremadamente sencilla como se puede ver. La duración del título viene dada por nuestra capacidad para batir records, así como conseguir cumplir las condiciones adicionales que nos recompensará con un almanaque de plantas. Se incluye también un modo Endless en el que, además de intentar batir nuestro récord (que compartiremos en los rankings online), podremos aprender a lidiar con maestría los niveles normales del modo historia.
Una de las particularidades del sistema de juego es que la vida se va perdiendo si no cortamos hierba y sólo la podremos recuperar con determinadas matas mágicas que nos recuperarán la salud. Esto es vital en el modo sin fin, en el que podremos ayudarnos del mapa para localizar el ramillete que nos permitirá continuar segando durante unos minutos más. La curva de dificultad está muy equilibrada, ofreciendo niveles simples y pequeños al principio, y otros más grandes y complejos, con muchos más enemigos, al final.
Gráficamente cumple, sin alardes. Los gráficos 3D al estilo a Link to the past se combinan con los sprites planos de los personajes, ofreciendo un contraste resultón. La banda sonora es lo más llamativo de todo gracias a la desafinadísima trompeta del amigo pasado de vueltas. Es tan curiosa como irritante y habrá más de uno (y de mil) que prefieran desactivar la música antes que tener que dejar que les perfore los tímpanos. Por suerte para quienes no la hemos desactivado, su participación se limita al tema de la pantalla de título y a las fanfarrias de inicio y fin de nivel.
