Constantine

Comencemos por la jugabilidad. Poco que decir al respecto que no conozcan los asiduos del género. Como decíamos en el párrafo anterior, tras ver la correspondiente secuencia animada introductoria de cada nueva fase, tomaremos el control de John Constantine. A partir de ahí se trata de ir explorando el nivel y pasearnos por todas las habitaciones encontrando nuevas armas, munición, dosis de vida extra, llaves que abren puertas que conducen a nuevos pasajes y por supuesto nervios de acero que toleren los inesperados sustos de los monstruos que intentarán hacernos fracasar en nuestro cometido y que debemos acribillar sin compasión. En fin, lo clásico y habitual del sector. Y por supuesto huelga decir que a mayor nivel de dificultad (existen 3 diferentes) mayor número de monstruos, y menor número de ayudas en lo que a munición y vida se refiere. Como suele ser habitual usaremos un joystick analógico para mover al personaje y el otro para rotar sobre si mismo y apuntar con el/las arma/s.

Cabe decir que las armas no podían ser menos originales acordes a tan extraña historia. Empezaremos con un revólver especial para matar demonios y al poco rato de aventura encontraremos otro idéntico para que nuestro querido amigo John mantenga ambas manos ocupadas y la descarga de disparos contra nuestros enemigos se mucho más efectiva. También encontraremos una especie de metralleta matademonios mucho más divertida y contundente pero cuya munición decrece considerablemente con cada ráfaga de disparos. Además contaremos con la inestimable ayuda de las ‘bombas de agua’ que nos permitirán zafarnos de los demonios cercanos, pero claro, estas debemos administrarlas bien ya que escasean más que el resto de munición. Y como no, unos cuantos encantamientos de la más diversa índole que iremos descubriendo. Bueno, ¡qué esperabais! Se trata de una aventura atípica con artefactos atípicos. Y los enemigos, pues más de lo mismo.

Todos un incordio, pero unos más blanditos y otros verdaderos plomazos que pondrán a prueba nuestra paciencia. Por último decir que la mayoría de los escenarios son bastante lúgubres y oscuros como era de esperar a la hora de plasmar semejante historia en un decorado. Por eso se agradece de forma especial la visión nocturna que podremos activar en todo momento y que transforma la vista de John como si portara esos extraños visores nocturnos de los soldados de élite.