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Un crimen atroz se ha cometido en el más lujoso ferrocarril de principios del siglo XX, víctima y sospechosos atrapados en el mismo tren… Acompañamos al famoso detective belga Hercule Poirot y a Antoniette Marceau en su búsqueda de la verdad.
Bienvenidos al mundo de Agatha Cristhie
Aprovechando la jugosa licencia que supone el poder adaptar las novelas de la archiconocida y prolífica escritora, AWE GAMES adapta a videojuego, tras su anterior título; “Y no quedó ninguno”, uno de los best-sellers más famosos de la autora. Esta vez nos acercamos al personaje fetiche de la escritora, Hercule Poirot, un detective de aspecto bonachón e inofensivo, pero con una capacidad deductiva fuera de toda duda. Aunque, realmente y a diferencia de la novela, el afamado detective aparecerá como personaje secundario y principal apoyo de la protagonista del juego, Antoniette Marceau. Encargada de velar por el bienestar de Poirot y a la vez ser los ojos, oídos y manos del detective. A la hora de realizar la adaptación. Como no podía ser de otra forma, para aprovechar el guión de la novela se ha optado por convertirla en una aventura gráfica.
¡Viajeros al tren!
Nuestra aventura comienza en Estambul. Como Antoniette Marceau, nuestra principal misión es cuidar del despistado detective mientras dure su viaje de vuelta a París en el más lujoso de todos los trenes, el Orient Express. Hasta que nos subamos al tren y mientras deambulemos por la ciudad, aprenderemos a manejarnos por la sencilla interfaz de click and point (típica en el género) del juego. Poco a poco iremos tomando un primer contacto con los viajeros del tren y los comandos de acción más básicos hasta que comencemos el viaje y con él arranque el juego.
Una vez nos pongamos en marcha iremos conociendo poco a poco a los personajes secundarios: un empresario americano, un hombre de negocios italiano, una enamorada pareja, una aristócrata, un militar y así hasta catorce personajes diferentes, cada uno bien definido. Sobre todo profundizaremos en la personalidad de Poirot.
Durante nuestro viaje el tren realizará dos paradas, aunque una de ellas será forzosa, ya que a consecuencia de la nieve quedaremos atrapados a la espera de ayuda. Nada problemático si no fuera por que por la mañana aparece muerto a puñaladas el fanfarrón empresario americano Ratchett. Como no podía ser de otra forma, el personal del tren solicita a Poirot su buen hacer como detective, pero éste, tras quedar inmovilizado a causa de una lesión en el tobillo, delega en Marceau el grueso de la investigación, quedando su aparición relegada a guiarnos y valorar nuestros progresos.
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