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Elite, Wing Commander, Xwing vs Tie Fighter… Nombres de juegos clásicos, ambientados en el espacio, que a muchos nos han encantado.
Quien ya lleve unos cuantos años jugando con el PC recordará esos títulos míticos. Si bien es cierto que el alcance y desarrollo es muy diferente, todos comparten su ambientación espacial, con sus galaxias, flotas de naves, planetas y un manejo más o menos cercano al de un simulador de vuelo pero en un ambiente sin gravedad y con rayos láser resonando a nuestro alrededor (aunque en el vacío no se transmita el sonido).
Algunos de estos juegos optaban por el lado salvaje de la vida, eran juegos de acción en los que los objetivos estaban marcados y había una historia más o menos trabajada en la que íbamos avanzando tras cumplir determinadas misiones, siendo las series X-Wing y Wing Commander las más famosas y aun hoy en día con fanáticos seguidores.
Otros, como el mítico Elite o el Freelancer, preferían un universo (nunca mejor dicho) mucho más abierto, pudiendo obviar por completo la historia y dedicándonos a recorrer el espacio como comerciantes, bucaneros, traficantes o de todo un poco, con el loable objetivo de hacernos ricos y comprar las naves más potentes y mejor equipadas.
X3 Reunion, y los juegos que le han precedido (X: Benyond The Frontier y X2: La Amenaza), han optado por el segundo camino: simulación espacial total con gran peso en la economía y el comercio. Esto no quiere decir que no tengamos una historia por detrás, aunque la podemos obviar por completo y dedicarnos a nuestros asuntos, volviendo a ella cuando nos apetezca. En el juego seremos Julian Brennan, un explorador espacial al que se le encarga la tarea de trasladar un misterioso cristal espacial a un planeta en el que se investigará su origen y utilidad. A partir de esta primera misión el objetivo del juego queda mucho más difuso, no siendo guiados artificialmente en ningún momento hacia siguientes misiones principales… Vamos, que nos tenemos que buscar la vida, algo que a quienes nos gustan este tipo de juegos es una bendición, pero que no se hasta que punto la audiencia masiva sabrá apreciar (si hasta el cuarto capítulo de los “Elder Scrolls” (Oblivion), serie RPG “talibán” por antonomasia, incluye una brújula con marcador de objetivo).
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