¿Ke puede zer máz rápido ke un buggy de guerra, máz letal que una moto y ke vuele por loz airez komo un bombardero?.
Unos mesecillos después del lanzamiento de Sanctus Reach , Slitherine nos ofrece este nuevo DLC llamado Legacy of the Weirdboy. Con alma de expansión, como las de antes, y un precio bastante ajustado, los orkoz vuelven para quedarse. Zaka tu alma de pielverde y pinta tu zilla de rojo... ¡ez hora de machakar unoz kuantoz ezkuchimizaos!
VIDEO El legado del eztrambótiko Cuando analicé el juego en su momento, aparte de deshacerme en elogios sobre como Slitherine habÃa conseguido pasar fielmente el juego de mesa de Warhammer 40.000 a compatibles, hubo dos detalles con los que no me quedé demasiado conforme. Primero, la falta de una campaña en condiciones en la que controlar a loz chikoz favoritoz de todoz (¡y no me digaiz lo kontrario zi no kereis ver ke ze ziente al tener un palo entre loz ojoz!), y segundo, la nula carga narrativa del juego. Legacy of the Weirdboy viene a arreglar precisamente estos dos puntos. Por un precio, la verdad, bastante ajustado, esta mini expansión nos añade una nueva campaña en la que decidiremos la suerte de los pielesverdes a lo largo de unas dieciséis misiones. De manera contrapuesta a la campaña del juego original, en la que debÃamos llevar a un destacamento del capÃtulo de los Lobos Espaciales erradicando una infestación orka (no lo olvidemos, se reproducen por esporas, por lo que técnicamente...) sin demasiado preambulo, en esta ocasión tendremos multitud de escenas estilo cómic en las que conoceremos al lider de nuestra facción, sus planes, y cómo un sólo eztrambótiko es capaz de poner patas arriba a los marines espaciales. Aunke tampoko ez ke tenga nada de zorprendente. Todo el mundo zabe ke los orkoz nunka pierden. Estas escenas animadas, lamentablemente, son prácticamente silenciosas y estáticas, echando en falta, al menos, algún efecto de sonido cuando vemos acción en pantalla o cuando supuestamente hablan los personajes. Al final, las historias de principio y final de la campaña, asà como las de cada misión, son poco más que un pase de diapositivas al que se le podrÃa haber dado un poco más de amor. También sigue lastrando un poco la mÃnima variedad musical del juego, siendo de nuevo deseable bajar al mÃnimo este componente y encargarnos nosotros mismos de ponernos en situación.
Con respecto al juego en sÃ, la cosa sigue prácticamente igual. Una adaptación fiel del juego de mesa, se han añadido nuevas unidades como el matazanoz orko o el dreadnought venerable, o, por supuesto, el eztrambótiko que lidera esta nueva incursión a la isla de Dominus, nuevos escenarios tales como conquista la bandera... vamos, la única queja que podrÃamos tener de este DLC es que no sea gratuito. Pero viendo el acabado final, tampoco es injustificable el hecho de que sea de pago. Y, por lo que comentan, esta expansión no será la última, siendo la siguiente los Guardias Imperiales. A ver que tal sale.