Shadow Puppeteer

PC, Wii U
8.0
Shadow Puppeteer 10 TodoJuegos
Publicado el 12-04-2016 a las 23:28 Página 1 de 2   >>   
Autor: José Ángel "ASTURmatr" Álvarez

El jugador en las sombras.

Un pequeño y apacible pueblo ve rota la quietud de la noche cuando un misterioso ser (que recuerda enormemente al organillero del molino de Kakariko) empieza a robar todas las sombras. Todas excepto una, la de un joven que ve ampliadas sus capacidades con esta nueva dualidad. Sombra y niño podrán actuar por separado (pero sin alejarse) para enfrentarse al hombre que huye tras el asalto.



Dos mundos en uno

Esta dualidad de los personajes se traduce en un peculiar sistema de juego y de control. El stick izquierdo y los dos botones superiores (ZL y L) nos permiten manejar al niño de carne y hueso en un entorno tridimensional. Por su parte, los mismos botones y stick, pero del lado derecho, nos darán acceso a los movimientos, en un plano bidimensional, de la sombra. De esta forma debemos aprender a coordinarnos. Lleva un tiempo, pero cuando uno se acostumbra acaba resultando natural. Además el juego es una mezcla de puzles y plataformas por lo que tiene un ritmo pausado que no requiere de una sincronización olímpica para el control. Donde sí que resulta molesto es en las fases contra jefes finales. Éstas suelen consistir en batallas o huidas donde la velocidad y la sincronización son vitales. No sería un problema si no fuera porque el juego no te entrena para ello. El control funciona muy bien el 90% del tiempo (con algún mal cálculo en algunos saltos), pero en los finales de nivel se exige una pericia extra que no encaja con el resto del juego.

Su duración es algo corta, con una diferencia de longitudes entre capítulos bastante marcada. O esa sensación nos ha dado, quizás por la experiencia ganada en la resolución de los puzles que ofrece. La historia ronda las 5 horas, habiendo numerosos orbes escondidos por el escenario que el jugador debe encontrar para desbloquear extras. Esta duración y su escasa rejugabilidad (los puzles cumplen su papel, pero no son variados ni excesivamente enrevesados) son quizás sus puntos más flojos (especialmente al tenor de  su precio).

Existe un aliciente importante: el modo cooperativo. Su inclusión resulta bastante obvia y quizás sea el modo adecuado de jugar a este título y su principal enfoque. El juego funciona mucho mejor cuando dos personas se juntan frente al televisor, cada uno de ellos manejando a uno de los dos personajes, siendo la sombra el más asequible de los dos por su movimiento en 2D.


La noche duerme

Gráficamente se nota bastante el cambio entre las excelentes cinemáticas y el juego en sí. Aunque no podemos decir que tenga malos gráficos. El poligonaje es muy sólido, con escenarios ampliamente detallados y con unos juegos de luces increíbles que, más allá de su uso en la jugabilidad, dotan al entorno de una  belleza y riqueza impresionantes. El primer nivel destaca con sus cabañas de madera, pero siempre sorprende yendo un poco más allá. Y, concretamente, el puerto pesquero del segundo mundo nos terminó de encandilar. La música destaca mucho más en las cinemáticas que en el resto del juego, donde se limita a acompañar, sin tomar el protagonismo en ningún momento.


Caratula

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