In Between

Imaginad jugar a Braid o a Portal mientras unos modernos recitan poesía trascendental a tu lado.

Carpe diem. Mors certa, hora incerta. O, siendo más contemporáneos, valar morghulis. En esta vida, hay pocas cosas que sean plenamente ciertas, siendo una de ellas la muerte. Es inevitable, llegará sin que se la espere ni se la vea venir, y más nos vale aprovechar hasta el último momento del que dispongamos. In Between es un juego indie de puzzles y plataformas que toma esta temática de fondo, pero no de una manera tan frívola como utiliza esta temática sagas como Dark Souls. En esta ocasión, nuestro protagonista está muriendo, está muriendo de verdad, y será tarea del jugador acompañarle a lo largo de las cinco etapas del duelo y conseguir que muera en paz.

Un juego ideal para una fiesta, ¿verdad?

El modelo de Kübler-Ross a 1080p

Seguramente no conozcáis a Elisabeth Kübler-Ross, pero os aseguro que en mayor, o menor medida, estáis familiarizados con su teoría. Fue una psiquiatra suizo-estadounidense que formuló la conocida teoría sobre las cinco etapas del duelo, utilizada en medicina, en psicología para explicar nuestros estados de ánimo, e incluso en series de televisión como Los Simpsons para hacer chistes fáciles. El modelo describe como los seres humanos solemos tratar con nuestras tragedias, ya sea personales o de nuestros allegados, dando también consejos sobre cómo superar estas fases, por lo que resulta de especial utilidad para psicólogos y médicos que han de tratar con pacientes de enfermedades terminales. Y seguramente ya conozcáis cada una de las cinco fases que acota el modelo, siendo estas la negación del problema, la ira contra el problema o quien nos lo provoca, la negociación para intentar encontrar otra salida, la depresión por la inevitabilidad de la tragedia y, en último lugar, la aceptación de la misma. Y hasta aquí llega la explicación... ¡para que luego digáis que los videojuegos no os enseñan nada!

In Between nos pone en la piel de un hombre moribundo, diagnosticado con cáncer de pulmón. Tiene una mujer que le quiere y apoya, una hija a la que no quiere dejar atrás, una infancia trágica... y sesenta niveles a través de los cuales rememorar toda su vida y hacerle pasar por las cinco etapas. La manera de avanzar a través de estas etapas y niveles será moviéndonos por el escenario en 2D y modificando la gravedad a nuestro antojo, de la misma manera que sucede en juegos de culto como VVVVVV. Por el camino encontraremos pinchos que nos matarán al más mínimo contacto, cajas que podremos utilizar para llegar a sitios inaccesibles o que nos matarán si se nos caen encima, bolas de pinchos que nos impedirán llegar a nuestro destino, matándonos si las rozamos. Conforme avancemos, las mecánicas de mantienen, pero cada vez iremos encontrando nuevos elementos que atentarán contra nuestra vida, como el muro de oscuridad de la negación, que tan sólo podremos combatir si somos valientes y lo miramos de cara, en lugar de darle la espalda al problema, o las rojas bolas de fuego de pura ira. Sí, para ser un juego que va sobre la muerte, encontraremos una extensa variedad de posibles maneras de morir, mientras recogemos coleccionables y obtenemos cromos de Steam.

Explicándolo así, el juego parece banalizar la muerte y el propio modelo de Kübler-Ross, tomando algo trascendente y asemejándolo en la medida de lo posible a un videojuego. Y si bien es cierto que las metáforas que implica el juego o su propia presentación lo hacen bastante interesante y le dan una doble lectura, pero a la hora de la verdad, no deja de ser un juego de puzzles en el que de vez en cuando seremos obsequiados con una traumática historia. Porque claro. No nos basta con haber desarrollado cáncer de pulmón pese a no haber fumado en la vida. También tenía que morir nuestro perro de un cáncer de hocico cuando éramos pequeños. ¿¡Acaso merece la pena vivir!?

Dejando los aspectos más adultos y narrativos del juego de lado, In Between realmente es un gran juego. Los puzzles que nos plantea son tremendos, realmente complicados, escalando en dificultad a una velocidad vertiginosa. Raro será el nivel que seamos capaces de pasarnos a la primera, ya sea por tener que acostumbrarnos a nuevos componentes, como zonas en las que no podremos variar la gravedad, por sus ajustadísimos controles y movimientos o por tener que encontrar mediante prueba y error el camino que nos permita superar el nivel sin morir. Y si, moriremos muchísimas veces, lo que nos obligará a tener que reiniciar el nivel desde el principio. Y hay que reconocer que, si somos algo competitivos, será un gustazo completar alguno de estos niveles complejos... para acto seguido querer tirar el mando contra la pared por haber muerto por ese maldito pincho que hay junto a la puerta.en casa.