La historia de unos pocos héroes que también merece ser contada.
Mientras que las historias de Tolkien dejaron a todos boquiabiertos con los libros de El Señor de los Anillos y mientras que las respectivas películas de Peter Jackson consiguieron un éxito inaudito entre el público y la crítica (El Hobbit estará disponible en los cines a finales de diciembre), sus juegos también cumplieron con nota en la pasada generación, sobre todo el videojuego basado en la última película, El Retorno del Rey. Desde entonces, los títulos basados en la popular saga empezaron a decaer tanto en número de entregas como en la calidad de las mismas, combinando diferentes propuestas de juego completamente enfocadas al ROL tradicional y otras de más contenido estratégico. Con El Señor de los Anillos: La Guerra del Norte, Snowblind Studios ha propuesto un título claramente enfocado a la acción, pero ofreciendo también diferentes contenidos tácticos y roleros que añaden variedad, aunque se hayan descuidado otros aspectos que mencionaremos mas adelante.
La historia del videojuego nos mostrará a tres nuevos héroes en una historia jamás contada, en la que deberemos derrotar a uno de los aliados más terroríficos de Sauron, el malvado Agandaur. Como en la Comunidad del Anillo, nos encontraremos con un miembro de cada raza, aunque en esta ocasión solo tendremos a tres protagonistas, siendo Eradan un hábil Montaraz, Andriel una poderosa maga Elfa y Farim un portentoso Enano capaz de derribar a cualquier enemigo. En el desarrollo del mismo, nos volveremos a encontrar con los fantásticos personajes del universo de Tolkien, como Aragorn, Gandalf o Frodo entre muchos otros, aunque nuestra misión nos llevará directamente por el camino contrario, hacia el norte, en una persecución en la que entablaremos amistadas con otras razas que también sufren por la mano cruel del tenebroso Sauron, que aspira a conquistar todo el norte mediante Agandaur.
Apartado Técnico
La primera impresión general respecto al apartado gráfico del juego es notable, pues este cuenta con una gran recreación del famoso mundo descrito por Tolkien en sus libros y que posteriormente fue recreado en el cine. Los escenarios nos trasladarán a zonas muy parecidas, desde zonas derruidas por la guerra, lugares de catacumbas muy tenebrosas o montañas nevadas que nos sumergirán en la aventura, gracias a su genial recreación, sin grandes alardes pero cumpliendo con las expectativas vistas en las primeras capturas del título, con unas texturas y efectos de iluminación de gran realismo.
Los personajes también han recibido un trabajo a la altura, contando además los tres héroes principales de la historia con apariencias completamente personalizables. Las animaciones de lucha con las que cuentan cumplen con su cometido, mostrándonos escenas bastante “crudas”, en las que con nuestra arma despedazamos a un orco de un golpe, viendo incluso la sangre que sueltan en primera persona gracias a un efecto de “slow motion”, que ralentiza la cámara con un golpe crítico. El aspecto negativo lo encontramos en las animaciones normales de nuestros personajes, mucho menos realistas y que dan la impresión de ser robots.
En cuanto a los enemigos y demás personajes secundarios, como suele pasar con cualquier juego de estas características, están algo más descuidados, empezando por los enemigos. Pese a haber diferentes razas y algo de variedad, acaban haciéndose repetitivos hasta la saciedad, peleando en muchos momentos con hasta ocho “clones” a la vez, restando inmersión al trabajo conseguido por ejemplo, por los escenarios. También los otros personajes secundarios y aliados (Aragorn, Legolas o Gimli entre otros) cuentan con un diseño y aspecto idénticos a los de las películas, pero con nulas expresiones faciales, casi como si no mostraran sentimientos, como en los personajes principales.
